AURA ROSA CASTILLO– Pacientes renales viven un suplicio debido a que la dotación de medicamentos por parte del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) no son puntuales, en consecuencia, los afectados se la pasan en ascuas, como este lunes cuando en las unidades de diálisis de Barquisimeto que son siete, los inventarios rasaron el cero.
“Ayer (lunes) nos dializaron sólo dos horas, porque no había el concentrado. Tampoco están llegando todos los medicamentos, hace dos meses que no suministran el ácido fólico”, dice Yolimar Rodríguez, paciente proveniente de Quíbor, municipio Jiménez.
De hecho, la unidad de diálisis Barquisimeto, ubicada en la carrera 25 con calle 34, fue uno de estos centros. Sin embargo, directivos quitaron prestado el concentrado B que faltaba y los pacientes fueron dializados. “Siempre solventamos”, expresa Diodela Espinoza, coordinadora del centro. Actualmente atendemos 240 pacientes, eran 350 pero las máquinas de dañaron, razón que obligó a reubicarlos y no hay nuevos ingresos, detalla.
Explica que la dotación de insumos y fármacos en general el IVSS los suministra cantidades que pueden cubrir los requerimientos de una semana o cuatro días y no mensualmente como era antes.
En cuanto a los fármacos para el tratamiento, la galena aclara que disponen de complejo B y eritropoyetina.
En la unidad nefrológica El Ángel, situada en la avenida Pedro León Torres con calle 55, también se agotó la reserva de concentrado B, por lo que este martes se retrasó la diálisis a los paciente quienes debieron esperar que llegara el insumo prometido como en efecto sucedió, informó el médico nefrólogo Héctor Giménez, quien precisa que atienden a 75 pacientes en tres turnos.
Coincide con Espinoza afirma que, en estos momentos, de los medicamentos requeridos por el paciente renal les suministran dos: eritropoyetina y complejo 12.
La enfermedad renal tiene causas multifactoriales entre éstos causado por medicamentos nefrotóxicos, antecedentes hereditarios ojo son riñones poliquísticos, enfermedades de base como la hipertensión y la diabetes, coinciden los médicos especialistas. Sin embargo, la mayor complicación del paciente renal la causa la diabetes, expresa Espinoza.
Alimentación
La calidad de vida del paciente renal depende, además del tratamiento farmacológico de su alimentación, y con la situación país actual marcada por escasez e hiperinflación es difícil que se cuiden en ese aspecto y esto ha genera deterioro en estos enfermos, coinciden los galenos.
La gente come lo que consigue, comenta Giménez. Ellos deben comerse un huevo diariamente y también frutas como lechosa, durazno, con el precio actual es difícil; controlar el consumo de sal, no pueden comer sopa, porque contiene agua. Es una situación muy compleja.
Máquinas dañadas
Este centro también tiene un cementerio de máquinas. Son unas 10 que están dañadas desde hace tiempo. Tengo nueves meses laborando aquí –afirma el nefrólogo Héctor Giménez- y ya estaban inoperativas.
Al respecto, Daniel Colmenárez, presidente de la fundación Amigos del paciente renal (Fundaprel) cuestiona que el gobierno nacional no facilite las divisas para importar los repuestos necesarios para reparar estos equipos que significan la vida para muchos enfermos renales. Situación que afecta a unos 200 pacientes en el estado Lara.
También coinciden en que la Alcaldía les provee las cisternas de agua. En la unidad Barquisimeto manda tres y en El Ángel cuatro.