La Fiscalía del Tribunal Supremo de España mantendrá abierta la investigación al rey emérito español, Juan Carlos I, a pesar de haya pagado voluntariamente una deuda con Hacienda de 678.393,72 euros.
Juan Carlos de Borbón abonó el pasado miércoles a la Hacienda española esa cantidad, incluyendo intereses y recargos.
Se trató de una declaración tributaria «sin requerimiento previo», según dijo en un comunicado su abogado, Javier Sánchez-Junco.
En otro comunicado, la Fiscalía del Supremo señaló hoy que esa acción del monarca afecta a «una investigación más amplia», en la que tienen que estudiar la «espontaneidad, veracidad y completitud» de dicha declaración tributaria.
Se trata del primer paso que ha dado el Ministerio Público del Alto Tribunal español tras la regularización fiscal realizada por Juan Carlos I para evitar responsabilidades penales.
El motivo
La declaración, según una información publicada por el diario El País, no está relacionada con bienes del rey emérito en el extranjero, sino con el uso por su parte y por algunos familiares suyos de tarjetas bancarias con fondos opacos de un empresario mexicano que está siendo investigado por la Fiscalía.
Según ese diario, el uso de esas cuentas tuvo lugar entre los años 2016 y 2018, cuando Juan Carlos de Borbón ya había abdicado en su hijo, Felipe VI, actual monarca español, y perdido la inviolabilidad.
En el comunicado, la Fiscalía del Tribunal Supremo español no aclara si comunicó al rey emérito la existencia de diligencias de investigación en su contra, algo que fuentes fiscales afirman es «habitual» en este tipo de diligencias preprocesales, no judicializadas.
No obstante, este factor puede evitar que el pago de la deuda con Hacienda exima de toda responsabilidad penal al exmonarca, ya que el artículo 305.4 del Código Penal español señala que el pago debe hacerse antes de que el implicado tenga conocimiento formal del inicio de diligencias en su contra.
El rey emérito, de 82 años, salió de España el pasado mes de agosto y reside desde entonces en Emiratos Árabes Unidos como huésped del jeque Mohamed Bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi.
Foto: AP