El exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, intentó quitarse la vida con una soga elaborada con su ropa interior, mientras estaba detenido en un centro penitenciario de Seúl, inmediatamente antes de que se formalizara su orden de arresto por “insurrección”.
Según las autoridades, Kim habría intentado ahorcarse en un baño el martes por la tarde, pero fue hallado en estado crítico y trasladado a un hospital cercano.
A la fecha, la vida del militar no corre peligro y ha sido confinado a una celda de alta seguridad. “Se produjo un incidente, pero Kim desistió en el momento en que irrumpimos”, ha explicado el comisionado general del Servicio Correccional de Corea, Shin Yong-hae, según recoge la agencia Yonhap.
Kim, quien dimitió el jueves pasado, fue acusado de haber recomendado la declaración de la ley marcial la semana pasada, una medida que generó la peor indignación pública en el país, en décadas. “La responsabilidad de la situación recae en mi en su totalidad”, dijo Kim Yong, cuyos cargos que enfrenta pueden acarrear hasta cadena perpetua y pena de muerte.
Los fiscales han tenido en consideración el riesgo de destrucción de pruebas por parte de Kim, que borró sus conversaciones en la aplicación Telegram y cambió de teléfono inmediatamente después del fracaso de la asonada.
El general de tres estrellas, con merecida reputación de tipo duro, apenas tenía en el cargo tres meses y era cercano al presidente Yoon Suk Yeol, quien emitió el controvertido decreto de autogolpe, tras acusar a la oposición de planear una rebelión, aunque lo anuló rápidamente tras masivas protestas. No es descartable que Yoon sea detenido aún en el cargo.
Fotoportada: (Referecial) Xinhua