El efecto de la reforestación sobre el clima, es una certeza, no obstante es muy difícil de medir. En teoría, los árboles absorben CO2, lo cual es bueno para el clima. Sin embargo, desde un punto de vista local, los árboles almacenan calor a través de lo que se conoce como el efecto albedo, dado que la superficie es más oscura cuando está cubierta de bosque.
En las zonas tropicales, este efecto de “calentamiento” se compensa con la densidad de la vegetación, que absorbe mucho CO2. Pero un estudio realizado por la Universidad de Princeton, publicado en agosto pasado, mostraría que los bosques podrían tener un efecto refrescante, por tanto plantar árboles en grandes áreas sería beneficioso para enfriar el clima.
De acuerdo con expertos, el efecto de enfriamiento de los árboles ayuda a reducir la temperatura de la superficie de las diferentes ciudades europeas durante los meses de verano hasta en 12 ºC en algunas regiones.
Mientras que, según un estudio, recientemente publicado, los espacios verdes sin árboles tendrían un efecto insignificante, lo que reforzaría el caso de la plantación de árboles como forma de ayudar a las ciudades a adaptarse al calentamiento global.
Con la finalidad de estudiar este efecto, Jonas Schwaab, de ETH Zurich en Suiza y sus colegas usaron datos de temperatura de la superficie terrestre recopilados por satélites, para comparar las diferencias de temperatura que existían entre distintos áreas consistentes en espacios verdes urbanos sin árboles (como los parques) y aquellas que sí estaban cubiertas por árboles y zonas correspondientes a edificios y carreteras. En total, analizaron 293 ciudades repartidas por toda Europa.
Diferentes temperaturas
Es pertinente considerar que la temperatura de la superficie terrestre medida por satélites no es la misma que la temperatura del aire, que tiende a estar más estrechamente relacionada con lo que sentirían los humanos.
Como manifestó Schwaab, “por lo general, la diferencia de temperatura del aire entre las áreas cubiertas de árboles y las áreas edificadas serían mucho menor que las diferencias de temperatura de la superficie de la tierra”.
Los científicos descubrieron que las áreas que se encontraban cubiertas de árboles, y que encontramos en áreas comunes de las principales ciudades, tendrían una temperatura de la superficie terrestre mucho más baja, si las comparamos con las áreas circundantes.
Concretamente, encontraron que las diferencias fueron entre 8 º C y 12 º C en Europa Central, y entre 0 º C y 4 º C en el sur de Europa.
¿De dónde proviene el efecto de enfriamiento de los árboles?
El efecto de enfriamiento de los árboles proviene principalmente de la sombra y la transpiración, que es cuando el agua que encontramos en el interior del árbol se libera como vapor de agua a través de sus hojas.
Este proceso toma energía térmica del entorno circundante para la evaporación, lo que ayudaría a disminuir la temperatura circundante.
En el clima más cálido del sur de Europa, el suelo suele ser más seco, por lo que el efecto de enfriamiento de la transpiración es menor que en las regiones ubicadas más al norte.
Como manifiestan los autores del estudio, el calor extremo se ha convertido en un problema creciente para las ciudades de Europa y para otros lugares del mundo, especialmente a medida que el planeta se calienta, según los expertos.
De ahí que los hallazgos muestren que los árboles pueden tener un gran impacto en las ciudades europeas, aunque las estrategias de mitigación del calor deberían adaptarse a cada región, puesto que el tamaño de sus efectos varía.