“Los educadores venezolanos tenemos que salir de este túnel de atropellos, abusos y tropelías a donde nos ha llevado este gobierno arbitrario y despótico, que ha sojuzgado en estos últimos 25 años al pueblo en general, pero también, y de manera grosera y sostenida, a los docentes venezolanos”.
La anterior manifestación provino del profesor José Mirabal, secretario de Educación Seccional del partido Acción Democrática en Resistencia (AD-Ramos Allup) en el estado Lara, en ocasión de acercarse la fecha en que se celebra el Día del Educador en Venezuela, como lo es este lunes 15 de enero.
Al momento, acompañaban a Mirabal varios de los integrantes del Buró Seccional de Educación de la tolda blanca en esta entidad federal.
En este momento, y por desgracia –añadió el dirigente –, los educadores venezolanos no tenemos nada qué celebrar, y sí mucho qué lamentar.
Esclavitud salarial
Queremos dejar bien claro –prosiguió el dirigente— nuestro contundente rechazo ante el grosero y vil atropello al magisterio venezolano por parte de este régimen al mantenerlo en una permanente esclavitud salarial sin precedentes en la historia del país.
– Da verdadero dolor e indignación el ver emigrar de Venezuela a otros países a valiosos docentes junto con sus familias, en busca de mejor calidad vida, una calidad de vida que aquí, con este gobierno, jamás va a encontrar.
– Sentimos diariamente cómo un gobierno indolente y demagógico juega con los docentes, y hasta se burla de ellos, los que, aún así, tienen intacta su mística y su vocación de servicio, y, con todo y eso, desmotivados, se convierten en verdaderos héroes al asistir prestos a sus trabajos para rendir allí sus mayores esfuerzos por la enseñanza de sus alumnos.
– Lo que ocurre es que estos señores que gobiernan no tiene ni la más mínima idea de que un país sin docentes es un cascarón vacío, porque nadie nos sustituye.
– Es más, hoy en día, con la vigencia de la inteligencia artificial, somos una de las profesiones que se mantendrán en el tiempo, porque somos irreemplazables.
¡Ya basta…!
Entonces, ya basta –recalcó – de la violación a nuestros derechos humanos, y de jugar con el salario sagrado de los educadores venezolanos, que se lo han ganado con sudor, con sacrificio y con méritos, todo ello ahora conculcado reiterada y arbitrariamente por un gobierno indolente ante el clamor de nuestros docentes, que únicamente lo que exigen es un salario digno y mejor calidad de vida para su familia.
Pero también triste e indignante –enfatizó por último – es ver el vacío y la tristeza en nuestros planteles educativos, que lo único que requieren son las condiciones mínimas que permitan convertirlos en casas de recepción agradables y óptimas para el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos, que serán los hombres y mujeres del mañana.