Reinaldo Gómez.- “El café venezolano, o mejor dicho, los productores de café venezolanos, se hallan en la peor de sus fases desde cuando, en el año 1730, el padre José Gumilla sembrara en la ribera del Orinoco la primera mata del producto, traída desde España, pese a que ha aguantado situaciones de extrema dificultad en el campo sociopolítico, pero no sé si podrá soportar esta catástrofe roja-rojita que está viviendo el país”. Así lo dijo Maximiliano Pérez, coordinador de la Federación Nacional de Caficultores de Venezuela.
A manera de “prólogo”, detalló Pérez:
–El café venezolano soportó y sobrevivió a la guerra de Independencia; a montoneras incendiarias de caseríos y sabanas, como, por ejemplo, las de José Tomás Boves y de Ezequiel Zamora, este último, por cierto, también esclavista, y a la guerra federal, y también sobrevivió a dictaduras atroces como las de Juan Vicente Gómez y la de Marcos Pérez Jiménez, pero la barbarie hecha gobierno que ahora mismo tenemos no sé si la podremos soportar.
Gómez pagó deuda
A propósito de Gómez, recordó el empresario cafetero, que éste “más bien se jactaba de que había pagado la deuda externa venezolana de esa época con las divisas que producía el trabajo de las familias caficultoras venezolanas”.
–Pero creo que el sector cafetero venezolano no podrá soportar esta mamarrachada que llaman revolución, que no es sino el intento de imponer un régimen social-comunista, cuestión que ha quedado plenamente demostrado desde el mismo momento en que el extinto Fondo Nacional del Café (Foncafé) informó que, para el año 1998, Venezuela exportaba 600.000 quintales de café. Y algo más: Es de allí de donde proviene la idea de la creación del llamado Café Venezuela, porque, del café que exportaba la Unión de Productores de Café de Guarico, a la que, por cierto, yo asesoraba, la torrefactora ARKO, con sede en Alemania, producía la marca de igual nombre, es decir, Café Venezuela, cuyo slogan –recuerdo– era ‘Café con Cultura’.
–Pero ahora, para poder abastecer la demanda interna del país, estamos importando más de 1.200.000 quintales.
Competir
–Justamente –añadió–, de la misma Unión de Productores de Café Guarico, yo, personalmente, el día 4 de junio de 1999, en acto efectuado en la entonces 14ta. Brigada de Infantería de esta ciudad, le regalé a la pareja presidencial, vale decir Hugo Chávez y Marisabel Rodríguez de Chávez, un paquete de Café Venezuela producido en Alemania pero con café venezolano, y aproveché la oportunidad para comentarle al mandatario que, para nosotros acceder a la competencia internacional, debíamos hacer nuestra esa marca, creándola con el mismo nombre, y al entonces presidente le gustó la idea, y fue ahí cuando él creó lo que ahora es Café Venezuela, en ese momento a través de la torrefactora ARKO, pero producido con café ciento por ciento cosechado en Venezuela.