¡Mi Desiderata!
Con todo el respeto que merecen ustedes, apreciados lectores, mis amigos, como aprendí a llamarlos en las enseñanzas de Richard Bach, voy a permitirme hacerles llegar un conjunto de artículos en los que, sin ninguna malsana vanidad, pretendo describirme. Forman parte de un escrito que he titulado: “TERTULIAS DE CAFÉ.
Pero lo hago bajo mi percepción, recordándoles que siempre he pregonado que, tan sólo soy un ser humano que pretende ejercer el deber de realizar el derecho de errar, porque nunca he pretendido ser Dios, único ser perfecto que no se equivoca y esto, conlleva una muy grande responsabilidad.
De mi tomen lo bueno y desechen lo malo, créanlo o no… mi intención es buena.
Para ello he tomado como guía el “POEMA DESIDERATA” (“COSAS QUE DESEAR”) de Max Ehrmann, escritor, poeta y abogado estadounidense de Terre Haute, Indiana. Cito:
“Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con tus semejantes. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vanidoso o amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños. Más no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe, hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas, más no te agotes con pensamientos oscuros, muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera. Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto. Esfuérzate por ser feliz.
Fin de la Cita.
Ahora bien, esta es…
Mi Desiderata…
He caminado entre ruidos e intensos ajetreos manteniendo intacta la firmeza en mis convicciones cuando otros han vacilado. Cuando todos han dudado me he fiado de mi voluntad para vencer los temores, y he logra tener el valor necesario y suficiente, aun reconociendo mis debilidades…
Así he conseguido la paz en ensordecedores silencios…
En mi afán por derrotar ser el blanco de mentiras, esgrimiendo la verdad he aprendido a esperar, y cuando, de otros, he sentido odio hacía mí, no le he dado cabida a tan ruin sentimiento, sin ensalzar mis juicios, ni ostentar alguna bondad…
Tengo sueños fabulosos, bellísimos sueños; pero no he permitido que esos sueños me gobiernen. Pienso, sí, pienso mucho, pero el pensar no mengua mis energías. No he permitido que el éxito o el fracaso me impongan su ley y los trato como a dos impostores. Soy irrespetuoso con los currículos, me parece que son una forma ostentosa de publicar los logros personales, a menos que sean tramitados por motivos de trabajo…
Creo que he sabido soportar cuando mi palabra sincera ha sido trampa de necios en boca de malvados; cuando he visto hecha trizas adoradas quimeras y he tornado a forjarlas nuevamente con habilidades propias, pues sin faltar a mis principios, actúo bajo el precepto que expresa:
“Soy responsable de lo que digo, más no… de lo que puedan interpretar”.
CONTINUARÁ…