Poco más de 500 productores agrícolas del Municipio Urdaneta del Estado Lara, a través de la Asociación de Productores Agrícolas “Lanceros de Siquisique”, han resuelto declararse desde el pasado 7 de febrero “en estado de calamidad” por “la serie de desgracias y de infortunio” que están padeciendo desde hace ya unos tres años, fundamentalmente por la falta de combustible, muy especialmente del diésel, o gasoil, como también se le llama.
La anterior manifestación provino del ingeniero Leiber López, presidente de la antes citada Unión “Lanceros de Siquisique”, en atenta visita que dispensara a nuestras oficinas de redacción.
Explicó luego que, a esa falta de combustible, se agrega el hecho lógico de que, para la movilización en general, pero muy especialmente de sus cosechas, se han visto en la necesidad de adquirir dicho combustible “por otras vías”, o “bachaqueado”, como se dice en buen criollo.
–Obviamente –agregó–, eso encarece aún más nuestros costos de producción, al extremo de que, en este momento, estamos laborando casi a pérdida.
Gestiones infructuosas
Al preguntársele qué gestiones han adelantado al respecto, manifestó:
–Eso precisamente es lo más triste y lamentable, por supuesto: Es que ya no hallamos a dónde ir, o a quién acudir, pues hemos hecho gestiones y diligencias por ante organismos tales como alcaldía y concejales de Urdaneta, Consejo Legislativo del Estado Lara y representantes en Lara del Ministerio de Agricultura y Tierras.
–Y, para que usted vea: En todas partes, nos han atendido muy bien, y, obviamente, en todas ellas nos han prometido gestionar soluciones, pero, hasta ahora, esas soluciones no han llegado.
Abundando en explicaciones, precisó el declarante que, “como consecuencia de esta situación, estamos vendiendo nuestros productos a precios irrisorios, que no cubren los costos de producción”.
–Por ejemplo, la cebolla la estamos vendiendo a 12 bolívares el kilogramo; el melón, a seis bolívares, el pimentón, a dos dólares la cesta de 12 kilos, y la bolsa de ají, de 30 kilos, a 10 dólares.
–Es decir, como antes le dije, estamos vendiendo casi a total pérdida en cuanto a nuestros costos de producción.
–Todo esto –añadió— nos ha configurado una situación bastante crítica que, de paso, está afectando seriamente la economía de los urdanetenses, y muy especialmente de nuestros 180 afiliados, pero también la economía de otros alrededor de 350 productores más de Urdaneta, ubicados en las parroquias Moroturo, San Miguel, Baragua y Siquisique.
–Pero es que hay más: Cada uno estos productores tiene laborando consigo a unos 10 agricultores, que también dependen de su trabajo, lo que quiere decir que son poco más de 5.000 las familias afectadas por este mar de calamidades por las que estamos pasando.
–Mire: Es tan grave la situación, que, hasta la conocida panificadora que produce el famoso Pan de Aguada Grande, se halla virtualmente paralizada por la misma falta de combustible.
Aquí no hay nada político…
Ya al final, López quiso recalcar algo que, a la vez, nos pidió se lo destacásemos.
–Quiero ser muy claro y tajante en esto: Aquí no hay nada político. Nosotros vivimos es de nuestro trabajo, y no tenemos nada qué ver con política; y, si hemos acudido a los medios de comunicación social, es sencillamente porque son nuestro último recurso, pues, como tanto lo he recalcado, las numerosas gestiones que hemos hecho por ante diferentes organismos oficiales han sido inútiles, pues no han tenido ningún resultado, como no sean las consabidas promesas y más promesas.
–En consecuencia, nosotros lo que buscamos es soluciones, y así queremos hacerlo saber públicamente, aprovechando la gentileza de este importante medio de comunicación social.
Gráfica: Cortesía Edilber Alvarado