El gobierno de Bolivia anunció este martes 12 de abril que reforzará la vigilancia militar en las estaciones fronterizas de venta de combustibles para evitar el contrabando a países vecinos como Perú, Argentina y Brasil, donde la gasolina y el diésel incrementaron su precio en las últimas semanas tras un aumento en el costo del petróleo.
Las 34 estaciones fronterizas de venta de carburantes serán reforzadas con 600 efectivos militares, dijo el ministro de Defensa, Edmundo Novillo. “Como país, como Estado, existe la urgente necesidad de evitar que se realice el contrabando de nuestros productos como gasolina, diésel hacia el exterior, es decir, a nuestros países vecinos”, explicó en rueda de prensa.
Desde 2018 los militares participan en la lucha contra el contrabando en el llamado “Plan Soberanía”, que esta vez será reforzado con un aumento de los efectivos según las autoridades.
La nación andina subvenciona el precio de los carburantes para la población boliviana, por lo que su costo es menor que en los países vecinos como Perú, Brasil, Paraguay y Argentina.
“Tenemos entendido que los precios fuera de Bolivia esta entre ocho (1,2 dólares) y 10 bolivianos (1,4 dólares)” el litro de gasolina y de diésel, dijo el director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez mientras que en Bolivia se vende a menos de la mitad.
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, explicó que en el contexto internacional, donde los precios de combustibles han estado elevándose, se hace el refuerzo de la lucha contra el contrabando. Molina explicó que la venta ilegal también se da en las garrafas de gas.
La nación andina importa diésel y gasolina. Las compras anuales de estos combustibles llegó a 2.1 millones de dólares en 2021 y este año el gobierno tiene presupuestado una cifra similar, aunque expertos señalan que la cifra puede ser mayor porque el precio de barril de petróleo aumenta por la guerra en Ucrania.