Al menos 42 personas fallecieron y más de 17.000 han huido de sus viviendas debido a los deslizamientos originados por la tormenta tropical Megi que arremetió en los últimos días contra las localidades en el centro de Filipinas. Los rescatistas siguen en la búsqueda de sobrevivientes.
«Se supone que es la temporada seca, pero quizás el cambio climático varió eso», indicó Marissa Miguel Cano, portavoz de Baybay City, en Leyte, donde se ubican varias aldeas devastadas.
Cano indicó que la búsqueda de sobrevivientes se suspendió el martes en esa zona luego de considerar «demasiado peligro» operar de noche.
Imágenes de drones subidas a Facebook y verificadas por AFP revelaron una amplia extensión de lodo que bajó de una colina y cubrió Bunga.
Cano señaló que la región montañosa con cultivos de coco, maíz y arroz era proclive a los deslizamientos, aunque generalmente son pequeños y no mortales.
Los esfuerzos de rescate se centraron también en la localidad vecina de Cantagnos, que según una autoridad fue golpeada por dos aludes.
Algunos residentes lograron escapar o fueron sacados con vida del lodo, aunque se teme que muchos siguen atrapados. Los científicos han advertido que los tifones se han fortalecido más rápidamente como efecto del cambio climático.
Fuente: Noticia al Día