¿Son los adolescentes más vulnerables al consumo de drogas? En ese caso, ¿por qué, qué dicen los estudios sobre esto? ¿Cómo podríamos, desde nuestro rol de padres, proteger a nuestros hijos del uso y abuso de las drogas, sean estas legales o ilegales?
Se tú el buen ejemplo para tus hijos, ya que si no asumes esta tarea, con toda seguridad ¡lo lamentaras!
Primeramente, definamos la adolescencia tomando el concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS): “es la fase de la vida que va de la niñez a la edad adulta, o sea desde los 10 hasta los 19 años”. Además, es necesario resaltar que esta viene acompañada de cambios biológicos que van desde la sexualidad hasta la maduración del sistema nervioso central (SNC), incluyendo aquellos endocrinos.
También ocurren los psicológicos, como el desarrollo del razonamiento lógico-abstracto y la conocida crisis de identidad, entre otros.
Ahora bien, ¿qué relación podría tener lo descrito con el uso de drogas? Bastante, ya que según Saravia, Gutiérrez y French (2014) la inmadurez emocional conjugada con las influencias sociales, ambientes inseguros, falta de apoyo familiar, estrés, ausencia de figura de paterna y violencia familiar, son gestionadas inadecuadamente en esta población y, en consecuencia, tienen mayor vulnerabilidad a los comportamientos de riesgo. Cuando las primeras variables existen, claro está.
Por otra parte, los estilos de crianza negligentes y autoritarios incentivan los comportamientos de riesgos entre los adolescentes, tales como el consumo de drogas legales o de inicio (cigarrillo y el alcohol).
Sobre este tema se llevó a cabo un estudio en México por parte de Tena-Suck y Castro (2018) y encontraron que en las escuelas de educación secundaria, 46% de los estudiantes de uno y otro sexo consumen sustancias de abuso; el alcohol, la marihuana y los inhalables son las de mayor consumo. Además, un 12% de éstos reúne criterios de dependencia, es decir, adicción.
Esto se suma a las advertencias científicas de variados estudios que enfatizan que los adolescentes y jóvenes entre 13 y 25 años tienen mayor vulnerabilidad y riesgo de consumir sustancias de abuso, sin dejar de lado la agresiva presión social y publicitaria en relación al uso de drogas como modelo de éxito e independencia personal.
También debemos sumar a lo descrito la esperable y normal inmadurez neurobiológica, que motiva el comportamiento impulsivo y de uso exploratorio de drogas en algunos adolescentes. ¿Y qué ocurre cuando es la propia familia que sirve de modelo de abuso de drogas? Pues aún más grave, ya que eleva al doble el riesgo de incentivar el abuso de sustancias sin descartar una posible vulnerabilidad genética a las adicciones y el enfoque multifactorial del tema.
Hasta ahora, pareciera ser que la adolescencia es un escenario distópico con pronóstico reservado que nos hace personas drogodependientes, pero esto dista mucho de ser así.
Si bien es cierto que esta etapa representa un desafío no solo para aquel que la transita, sino para su entorno socio-familiar, no es menos verdadero que si la misma va acompañada de una estructura familiar democrática, modelos parentales responsables, comunicación efectiva, sana de gestión de emociones y contención afectiva, puede resultar un momento evolutivo de altísima productividad y por supuesto, libre drogas. Lamentablemente no siempre es así!
¿Cómo podemos prevenir el uso de drogas en nuestros adolescentes?
- Construye un modelo familiar responsable donde generes confianza y comunicación permanente con tus hijos
- Ayúdalos a desarrollar habilidades sociales como la tolerancia a la frustración y manejo de conflictos
- Fortalece su autoestima, conoce su entorno social
- Monitorea sus redes sociales (a quienes sigue y sin invadirlo)
- Incentiva el uso de valores como el compromiso y la responsabilidad
- Evita promover el ocio digital
- Háblale abiertamente de las terribles consecuencias a corto plazo del uso de drogas (legales o ilegales)
Recuerda dos puntos vitales de la prevención:
- Durante la edad de los 12 a los 21 años, existe una probabilidad del 70% de que a tus hijos les incentiven a consumir cualquier tipo de drogas.
- Y la más importante: se tú el buen ejemplo. Ya que si no asumes esta tarea, con toda seguridad, ¡lo lamentaras!
Psic. Luis Oropeza
FVP: 8482
@psicopracticala
Foto: (Referencial)