Más de un millón de manifestantes tomaron las calles de Hong Kong este domingo, para oponerse a un polémico proyecto de ley de extradición que permitiría a China extraditar a fugitivos de la ciudad.
Expertos legisladores de la ciudad afirman que el proyecto de ley dejará a cualquier persona en territorio de Hong Kong vulnerable a que las autoridades chinas la detengan por motivos políticos o delitos comerciales inadvertidos y desmejorará el sistema legal semiautónomo de Hong Kong.
Los manifestantes dieron a las autoridades un plazo hasta las 5 de la tarde del domingo para abandonar el proyecto, sin embargo, luego de ser ignorados por los representantes del Consejo Legislativo, los ciudadanos intentaron tomar el Parlamento de la ciudad.
Allí comenzaron los enfrentamientos contra los policías antidisturbios, quienes utilizaron gases lacrimógenos, porras y gas pimienta para dispersar a los manifestantes.
Debido a los grandes disturbios los representantes del Consejo Legislativo (Legco) anunciaron el retraso la segunda lectura del proyecto de ley para el miércoles 12 de junio.
Sin embargo las protestas de la oposición se mantuvieron los días posteriores, junto con las represiones policiales, y el día de hoy, fecha pautada para la segunda lectura de la ley, fue nuevamente pospuesta, debido a la gran presencia manifestantes a las afueras el Parlamento.
Este alzamiento se catalogaría como una de las manifestaciones más grandes de la historia de Hong Kong, desde la protesta contra entrega de la ciudad a China en 1997.