Lázaro Aranguren.- Un grupo de pacientes de la Unidad de Diálisis Portuguesa, ubicada en Acarigua-Araure, tomaron la calle para exigir su derecho a la vida, ante el deterioro progresivo que viene presentando esta dependencia de salud debido a que no recibe la ayuda necesaria del Estado venezolano.
“Si no nos dializamos, nos morimos, no podemos esperar”, dijo Aida de Reyna, quien lleva dos años recibiendo este tratamiento y le preocupa el riesgo que corren los 45 pacientes que acuden a esta unidad por el gran número de máquinas dañadas.
-Tenemos que luchar para que esto sea solucionado porque lamentablemente se nos están muriendo pacientes por no recibir las diálisis. El ministro para la Salud prometió que iba a resolver esto pero no ha hecho nada hasta los momentos y los problemas siguen multiplicándose, indicó.
José Narvaez, paciente renal desde hace nueve años, manifestó que en varias oportunidades han tenido que recurrir a la protesta en la calle para hacerse sentir y advertir del peligro que están corriendo, de allí que pidió nuevamente la colaboración de las fuerzas vivas, del Gobierno, el Seguro Social y a la empresa encargada de la unidad, Diálisis Venezuela.
Las máquinas están colapsando, de 20 que hay en la unidad, solo quedan ocho operativas, eso ha traído como consecuencia que algunos pacientes queden sin dializar. La bomba de osmosis, que es la unidad que purifica el agua que alimenta a equipos y pacientes, tiene más de un año dañada y eso significa un retroceso para nuestra salud”, comentaron.
Los pacientes renales instaron al alcalde del municipio Páez, quien también padeció de esta dolencia, para que los ayude a buscar una solución.