Ochenta años no es un día. Hay que verle la cara a 80 años. Y eso es, precisamente, la cantidad de años de existencia que estará cumpliendo el partido Acción Democrática (AD) este lunes 13 de septiembre.
Son ocho décadas de existencia, por lo que la historia de Acción Democrática, incluido todo el protagonismo que, para bien o para mal, ha tenido en la reciente historia contemporánea del país, da, a nuestro juicio, para escribir, no uno, sino dos y hasta tres libros de abundante documentación.
Fundado oficialmente el 13 de septiembre de 1941, quienes fueron sus pioneros y promotores, pese a ser muchos de ellos bastante jóvenes, ya venían de sufrir prisiones, persecuciones y torturas de parte de los gobiernos de Juan Vicente Gómez y de Eleazar López Contreras.
Pero hay que señalar también que unos cuantos de ellos, incluido su máximo líder. Rómulo Betancourt, provenían del Partido Comunista de Venezuela, o, en todo caso, de pregonar y de defender la doctrina marxista.
Y, justamente –algo que mucha gente no sabe-, es que de allí viene el cognomento de identificar a los militantes de ese partido como “adecos”.
Esa palabra es una conjunción –o contracción- de los términos “adeísta” y “comunista”, y es que, en sus primeros años de existencia, los rivales políticos de la tolda blanca trataron de vincularlos ante la opinión pública como algo así como comunistas disfrazados de demócratas.
Bueno es recordar que, para esa época, y aún durante mucho tiempo, en Venezuela, el profesar y practicar la doctrina comunista era algo así como “caca”.
En todo caso, el acceso de AD a la vida legal tuvo lugar justamente cinco meses después de haber asumido como presidente de la república el general Isaías Medina Angarita.
El momento de inflexión
Lo que tal vez fue el momento de mayor inflexión en la historia de AD tuvo lugar el 18 de octubre de 1.945, cuando ese partido se alió con un sector militar del país para derrocar al gobierno de Medina Angarita, que fue quien, precisamente, lo había legalizado en 1941.
De ahí en adelante, AD, que ya ha había experimentado cierto crecimiento durante su oposición a Medina Angarita, extendió su presencia a todos los rincones del país.
Pero, en honor a la verdad, hay que señalar que, si bien AD tuvo muchos aciertos en las oportunidades en que le correspondió conducir al país, también cometió numerosos errores y desaciertos,
Ello, poco a poco, fue minando la credibilidad y confianza de los venezolanos en la tolda blanca.
Época de esplendor
A manera de comparación-y sobre todo para conocimiento de las nuevas generaciones- valga recordar que, en su época de mayor esplendor, AD llegó a conquistar en una misma elección y en varias oportunidades, sola y sin ninguna alianza, más de la mitad de los senadores y más de la mitad de los diputados.
Recuérdese que, anteriormente, el Poder Legislativo en Venezuela lo constituía el Congreso Nacional, integrado por dos cámaras, la de Senadores y la de Diputados.
De paso, a todos esos errores antes señalados, se han sumado también las innumerables divisiones, subdivisiones y desprendimientos que, en su seno, ha sufrido el llamado “Parrido del Pueblo”.
Hoy en día, AD, en la oposición y, “para variar”, Igualmente con una nueva división a cuestas, trata de reconquistar espacios perdidos.
En todo caso, desde esta redacción, enviamos hasta toda la dirigencia y militancia acciondemocratista nuestras sinceras felicitaciones, y que tengan éxito en los objetivos que ahora se han propuesto.
Reinaldo Gómez
Fotos: prensa Presidenciave