Este martes 12 de octubre fue publicado un informe parlamentario del Reino Unido que afirma que el gobierno de Gran Bretaña esperó mucho tiempo para imponer un confinamiento y otras medidas contra la covid-19, y que esa demora costó miles de vidas.
Las comisiones de ciencia y salud de la Cámara de los Comunes agregaron que esto provocó miles de muertes innecesarias y se derivó de la incapacidad de los ministros del gobierno para cuestionar las recomendaciones de los asesores científicos.
Dicen que esta demora dio lugar a un nivel peligroso de “pensamiento de grupo” que les hizo descartar las estrategias más contundentes adoptadas en el este y el sudeste asiático.
Fue sólo cuando el Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña se arriesgó a verse abrumado por el rápido aumento de las infecciones que el gobierno conservador del primer ministro Boris Johnson finalmente ordenó el cese de actividades no esenciales a finales de marzo de 2020.
“Las decisiones sobre confinamientos y distanciamiento social durante las primeras semanas de la pandemia, y los consejos que las condujeron, se ubican como una de las fallas de salud pública más importantes que haya experimentado Reino Unido”, afirmó el reporte conjunto de las comisiones.
“Por doloroso que sea, Reino Unido debe aprender las lecciones que pueda de por qué sucedió esto si queremos asegurarnos de que no se repita”.
Los legisladores dijeron que su investigación fue diseñada para descubrir por qué Reino Unido se desempeñó “significativamente peor” que muchos otros países durante el período inicial de la pandemia.
El país ha registrado más de 137.000 muertes por coronavirus, la cifra más alta en Europa después de Rusia.
Los funcionarios respondieron que hicieron lo que pudieron con la información que tenían en esos momentos de crisis.