Angélica Romero.- Noviembre y diciembre son tradicionalmente los meses más potentes para los empresarios y comerciantes debido a la tendencia de los consumidores de comprar más, pero esta tendencia se va extinguiendo en la deteriorada economía venezolana.
Las perspectivas para estos meses son “terribles”, así lo deja ver el abanico de indicadores de índole financiero y coincide con estos análisis Jorge Botti, expresidente de Fedecámaras para el período 2011 – 2013.
Por su experiencia al frente de esta agrupación gremial y de otras importantes como Consecomercio, conoce perfectamente el comportamiento del consumidor venezolano en épocas importantes como la Navidad, por eso, con propiedad dice “esta será la peor temporada navideña en… (piensa por un segundo) medio siglo, tanto para el consumidor como para los empresarios”. Botti es nuestro invitado esta semana al FORO de EL INFORMADOR.
Las proyecciones económicas no son favorables pese a los cambios que se vienen gestando en el país desde el 17 de agosto de 2018. Al Plan de Recuperación Económica se le dio 90 días de evaluación. El plazo ya casi se cumple y Botti sentencia que “Estamos en presencia del primer fracaso del Gobierno en su intento de corrección económica. Y un fracaso estrepitoso. La crisis se potenció mucho más después de las medidas económicas (reconversión, aumento de salario, aumento de los impuestos…)”.
¿Cómo ha sido el 2018 para el sector empresarial?
Todas las empresas están operando entre 70 y 80% de su capacidad. Ha habido una mortandad enorme de empresas y por supuesto que eso afecta a los trabajadores. Ya no hay forma de retenerlos porque por muchos bonos que les dé, el empresario no puede hacer que su trabajador tenga agua, servicios ni medicinas. Si bien hemos encontrado herramientas para surfear la crisis, como bonificaciones en divisas para el talento humano, la crisis hay que resolverla, de fondo.
Para que te hagas una idea, hace 20 años en Venezuela había 700 mil empresas y ahora sobreviven 200 mil.
¿Los empresarios serían capaces de invertir en la compra de petro?
Debo decir que sobre la aparición del petro hay muy, muy pocas expectativas. Tal vez lo que se está esperando es que termine siendo algo distinto a una criptomoneda. Si se hacen las cosas razonablemente bien podría ser un valor de referencia, es decir, si con bolívares se puede tener acceso a petros y estos a su vez se puedan convertir a divisas, y que sea una operación legal y reconocida por los mercados internacionales, puede tener sentido.
¿Con la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, los empresarios ahora tienen libertad para acceder y transar en divisas?
Es falso que hubo apertura cambiaria. Hay un limbo jurídico realmente, porque si bien no hay pena, no es legal. Para explicártelo en términos concretos: un comerciante o un industrial que quiera comprar materia prima o mercancía y acude al mercado paralelo que hoy está cuatro veces por encima del oficial, y tiene que costear ese gasto en su contabilidad, no puede hacerlo. Es decir todavía es ilegal, no hay libertad cambiaria.
Pero los empresarios tienen acceso a las subastas, que ahora oferta euros
Sí pero es algo ínfimo, son escasísimas y no alcanzan ni al 3% de las necesidades generales de la economía que tenemos. Lo que otorgan no funciona para nada. Yo compré 3.000 dólares hace meses y aún no los he recibido.
Y ahora hay otro tema. Aquellas pocas personas que han tenido acceso a las dividas, al euro, se les complica un poco las cosas porque se encarece llevarlos a dólares que es el mercado natural.
¿Los empresarios creen que las sanciones de EEUU le impiden al Gobierno venezolano cumplir con sus responsabilidades y que ese “bloqueo económico” sea real?
Siendo absolutamente objetivo, si el Gobierno venezolano decidiese hacer un giro de 180 grados en lo económico (cosa difícil de creer) pero digamos que quiera hacerlo, ciertamente las sanciones se lo impiden. Y precisamente ese es el porqué de las sanciones. Para que se levanten, tiene que haber un nuevo acuerdo político institucional en el país, es decir, una negociación, no un diálogo.
¿Ustedes se están reuniendo con el Gobierno?
Hay casos puntuales y no institucionales.
¿Es decir, no es Fedecámaras?
Es correcto. Hay acercamientos con algunos grupos económicos, lo cual nos parece muy bien por cierto. Los empresarios le hacen saber al Gobierno que el país es inviable como va, que tiene que hacerse un nuevo arreglo entre la empresa y el Estado y eso sólo es posible si hay nuevos acuerdos políticos.
La única ruta que nos queda por delante es comenzar una negociación de poder, que restituya garantías al país, entre otras cosas, reconocer la Asamblea Nacional, único organismo que nos queda donde están las fuerzas políticas.
Si la tienen tan difícil, ¿por qué hay nuevos emprendimientos, por qué arriesgan sus empresas y sus capitales en Venezuela?
Las hiperinflaciones se acaban. Pueden ser muy duras, muy tortuosas y muy virulentas como la que estamos viviendo pero no son prolongadas.
En buena medida tiene que ver con una fase reflexiva de los empresarios, no le hacemos caso a todo lo que dicen los analistas porque no nos atreveríamos a hacer nada. Hay una cierta dosis de sueño y de capacidad de ver un futuro distinto. Los empresarios que no nos queremos ir, que decidimos quedarnos y traspasar estar crisis, sabemos que después vienen enormes oportunidades. Toca reinventarse. Toca resistir.