Este viernes 12 de noviembre, en una audiencia en un tribunal de Los Ángeles, Estados Unidos, una jueza decidirá si pone fin a la tutela que ha ejercido un vasto control sobre la vida y dinero de la superestrella pop Britney Spears, durante casi 14 años.
Sin una oposición significativa de los interesados, parece probable que la jueza Brenda Penny disuelva la disposición legal. El abogado de Britney, sus padres y las personas designadas por el tribunal que controlan la tutela han apoyado públicamente su terminación.
Jodi Montgomery, la tutora que supervisa la vida y las decisiones médicas de la cantante, ha desarrollado un plan de atención con sus terapeutas y médicos para guiarla a través del fin de la tutela y sus consecuencias.
Pero Penny no ha dado señales claras de lo que decidirá, y tiene considerable discreción y poder. Los obstáculos legales o burocráticos, o las preocupaciones persistentes sobre la atención médica o las finanzas de Spears, aún podrían retrasar lo que podría parecer el final inevitable.
No está claro si Spears, de 39 años, participará en la audiencia. Muchos fanáticos que han exigido a la corte que #LiberenABritney (#FreeBritney), a quienes la cantante ha dado crédito por haberla llevado hasta este punto, estarán afuera de la corte.
Penny se puso del lado de Spears y su abogado Mathew Rosengart en la última audiencia en septiembre, cuando suspendió al padre de la cantante, James Spears, de la tutela que él había controlado al menos en parte desde que se estableció por primera vez en 2008.