Este domingo 13 de marzo, el papa Francisco de 85 años, cumple nueve años de pontificado, y lo hace con gran preocupación por el conflicto en Ucrania.
En la lluviosa tarde del 13 de marzo de 2013, los cardenales, reunidos en cónclave en la Capilla Sixtina tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, terminaron por elegir al argentino Jorge Mario Bergoglio como primer papa latinoamericano y jesuita.
En estos años ha tenido que hacer frente a los escándalos por los abusos sexuales del clero, impulsando reformas dentro de la Iglesia, pero también ha tenido que vivir una pandemia inédita y afrontar al ala más conservadora del Vaticano.
Su noveno aniversario sin embargo se ha visto empañado por su última gran preocupación, la guerra en Ucrania provocada por la invasión de Rusia.
Francisco acudió personalmente a la embajada rusa ante la Santa Sede un día después de que iniciara el ataque, el 24 de febrero, y ha enviado al país a dos cardenales -su limosnero, el polaco Konrad Krajewski, y el checo Michael Czerny- para ayudar a la población.
El papa, que medió incluso en el histórico deshielo entre Cuba y los Estados Unidos de Barack Obama, ha ofrecido los servicios de la Santa Sede para «hacer de todo» por la paz entre Rusia y Ucrania.
Sus llamamientos para un alto el fuego son continuos y su preocupación por la guerra europea aparece prácticamente en todas sus intervenciones públicas. Incluso ayer en la misa con los jesuítas de Roma volvió a pedir rezar por la paz.