El amor puede romper barreras, incluso en quienes hicieron una promesa que se consideraría irrompible.
Un sacerdote italiano dejó la sotana en nombre del amor: «Mi corazón se enamoró», dijo el cura Riccardo Ceccobelli de la diócesis de Todi, en el centro de Italia.
«Mi corazón se enamoró, nunca he tenido la posibilidad de traicionar las promesas que hice. Pero quiero intentar vivir este amor», explicó Riccardo a su superior, el obispo Gualtiero Sigismondi, según un comunicado de prensa de la diócesis.
El sacerdote, que relató su historia a la prensa, fue suspendido del servicio e inició los trámites para volver al estado laico.
«Agradezco a Riccardo todo el servicio prestado hasta ahora. Y en primer lugar, le envío mis más sinceros deseos para que esa decisión, tomada en plena libertad como él mismo me dijo, le garantice la paz y la serenidad», dijo el obispo Sigismondi.
El sacerdote confesó que la decisión fue difícil porque ama y respeta a la Iglesia.
«No logro ser coherente, transparente y correcto con la Iglesia como lo he sido hasta ahora», confesó durante la misa dominical.
Según reseñan algunos medios, en el pueblo «todo el mundo sabía» que Riccardo estaba con una mujer.
La identidad de la mujer por la que colgó la sotana no ha sido divulgada.
Foto: Getty Images