Reinaldo Gómez.- “En Venezuela lo que hemos venido observando durante estos últimos 20 años es sencillamente la destrucción progresiva y total del aparato productivo nacional, lo que ha hecho que hayamos llegado ya al extremo de que el más reciente incremento del salario mínimo decretado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, ya no solamente es que está arruinado, sino que ese salario es también ya parte de la ruina del trabajador venezolano, sencillamente porque no alcanza para nada, como lo dicen y lo repiten a diario y a cada rato los mismos trabajadores venezolanos, quienes se hallan en estos momentos arrinconados por un gobierno que se ahoga en sus propios y continuados desaciertos de todo tipo”.
La anterior manifestación provino del economista y diputado a la Asamblea Nacional (AN) por Primero Justicia (PJ), José Guerra, ayer, durante un debate que protagonizó con el también diputado, pero a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), y dirigente sindical del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Marco Tulio Díaz, a través de un canal de televisión de la capital de la República.
Compensación
Díaz le replicó afirmando que, ciertamente, el salario mínimo y la cestaticket, en su contexto integral, no alcanzan para cubrir las necesidades básicas del venezolano, “pero es que el gobierno revolucionario ha implementado medidas de compensación del costo de la vida, tales como la política de construcción de viviendas de muy fácil acceso para los sectores más vulnerables; los bonos, las cajas CLAP, la educación gratuita y de calidad, la política de salud gratuita, etc”.
En tono sonriente, le manifestó Guerra:
–Okey. Vaya usted, o vayan ustedes, los dirigentes del PSUV, a algún hospital público, a cualquiera, a ver cómo les va, a ver si no tienen que comprar absolutamente todo, desde la gasa hasta los tapabocas para médicos y enfermeras.
Díaz, entonces, enfatizó que algo que ha contribuido a complicar la situación social de los venezolanos “es la guerra económica que han implementado contra Venezuela los sectores de la derecha y del imperio norteamericano, a lo cual hay ahora que sumar las últimas y aventureras intentonas golpistas y hasta de intento de magnicidio contra el presidente obrero Nicolás Maduro, todo lo cual, obviamente, desestabiliza la economía nacional”.