Cuando comenzó la pandemia Herman James tomó sus tijeras, maleta y salió a la calle, sin esperar que, meses después sería, en Central Park, la nueva atracción de Nueva York.
Herman es el único barbero del pulmón verde de Manhattan, conocido por sus músicos, bailarines de hip hop y patinadores de música disco.
«Me encanta ser un pionero y tener un monopolio», dijo James.
Su lugar de trabajo está compuesto por: una silla plegable bajo una pérgola cubierta de follaje cerca del memorial a John Lennon en Strawberry Fields, espejos y sus tijeras.
James comenzó a ofrecer cortes gratuitos de cabello y de barba en el parque en mayo de 2020, cuando las restricciones a raíz de la pandemia cerraron de manera temporaria todos los comercios no esenciales de Nueva York, incluido el negocio donde trabajaba.
Esperaba que los cortes dieran a los neoyorquinos una ayuda en tiempos difíciles y confiaba en que mostrarían su aprecio con donaciones.
Los clientes usualmente le pagan lo que cuesta un corte en una barbería de la Gran Manzana, entre $us 20 y 30, aunque James ha recibido propinas que van desde los dos a los $us 200.
Los clientes pueden reservar hora a través de la aplicación Schedulicity, pero hay mucha gente que pasa caminando o corriendo y decide cortarse el cabello o la barba en el instante.
James corta también el cabello a mujeres siempre y cuando no quieran nada complicado «como capas», dijo.
«Estar afuera, en la naturaleza, y ver gente que pasa y saca fotos es una experiencia nueva que la gente disfruta. También es mucho más seguro. Es menos riesgoso que estar adentro, hay aire fresco que puede circular», señaló.
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Foto: Getty Images, referencial