El último estallido de violencia en Oriente Medio ha calado más en territorio israelí que ningún otro desde la intifada, o levantamiento, de 2000. Turbas árabes e israelíes campan por las calles, golpeando salvajemente a la gente e incendiando autos, y los vuelos al principal aeropuerto del país se han cancelado o desviado.
Las últimas tres guerras entre Israel y Hamas, el grupo militante que gobierna Gaza, se limitaron en gran medida al empobrecido y bloqueado territorio palestino y a las comunidades israelíes fronterizas. Pero esta nueva ronda de combates, que como la intifada comenzó en Jerusalén, parece estar extendiéndose y sacudiendo todo el país.
El Eid al-Fitr, que marca el final del mes de ayuno diurno, suele ser una festividad en la que las familias compran ropa nueva y celebran grandes banquetes.
Pero los residentes en Gaza se preparaban para una mayor devastación mientras los insurgentes disparan una ronda de proyectiles tras otra e Israel efectúa potentes ataques aéreos que llenan el cielo de columnas de humo. Desde que comenzó el lanzamiento de cohetes el lunes, Israel ha derribado dos edificios de departamentos de gran altura que albergaban instalaciones de Hamas tras pedir a los civiles que los evacuasen.
Hamas, que arrebató el control de la Franja a fuerzas rivales palestinas en 2007, pidió a los fieles que celebren las oraciones comunales del Eid dentro de sus casas o en las mezquitas más próximas en lugar de al aire libre, como es tradicional.
Hassan Abu Shaaban trataba de levantar el ánimo repartiendo dulces a los transeúntes luego del rezo, pero reconoció que “no hay ambiente de Eid en absoluto”.
“Todo son ataques aéreos, destrucción y devastación», agregó. “Que Dios ayude a todos».
Los insurgentes de Gaza continuaron los incesantes bombardeos contra Israel durante el día y hasta la madrugada del jueves. Los ataques paralizaron la vida en las comunidades sureñas próximas al territorio palestino, pero alcanzaron también a la zona de Tel Aviv, a unos 70 kms (45 millas) al norte, por segundo día consecutivo.
Israel ha comenzado a desviar algunos vuelos que debían aterrizar en el aeropuerto internacional Ben Gurion, próximo a Tel Aviv, al de Ramon, en el extremo sur del país, afirmó el Ministerio de Transporte. En los últimos días se han cancelado también varios vuelos.
Según el ejército israelí, desde lunes se han disparado más de 1.600 cohetes, de los cuales 400 no llegaron a salir de Gaza. Las defensas antiaéreas de Israel interceptaron el 90% de los proyectiles. Los ataques de su aviación alcanzaron unos 600 objetivos en la Franja, agregó.
El Ministerio de Salud de Gaza elevó la cifra de víctimas mortales palestinas a 69, incluyendo 16 menores de edad y seis mujeres. El grupo insurgente Yihad Islámica confirmó la muerte de siete de sus efectivos, mientras que Hamas reconoció que un alto comandante y varios miembros más fueron asesinados.
En Israel, un total de siete personas perdieron la vida, cuatro de ellas el miércoles. Entre ellas había un soldado que murió por un misil antitanque y un niño de 6 años que fue alcanzado por un cohete.
Aunque funcionarios de Naciones Unidas y de Egipto dijeron que se están realizando esfuerzos para un alto el fuego, no hubo indicios de avances./SYGA
Foto: AP