Por decisión de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Nicaragua, fueron suspendidos este pasado jueves 11 de mayo de los títulos y del ejercicio de la abogacía 25 personas de ese país centroamericano, entre los cuales se halla el escritor Sergio Ramírez.
Este, por cierto, se desempeñó como vicepresidente del actual mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, durante su primer mandato, entre 1985 y 1990.
También figuran entre los afectados la conocida ex guerrillera Mónica Baltodano, la activista de derechos humanos, Vilma Núñez, y el ex magistrado de la misma CSJ, Rafael Solís.
Entre otras afirmaciones, la decisión del máximo tribunal nicaragüense apunta:
“Suspéndanse “ (los afectados) “de forma definitiva del ejercicio de la profesión de abogados y de notarios públicos”.
Agrega el texto que, según la legislación vigente, “estas personas no pueden ostentar el título ni ejercer dicha profesión, en virtud de haber perdido la nacionalidad nicaragüense”.
Casi todos ellos forman parte del grupo de poco más de 300 personas que fueron excarceladas por el gobierno de Ortega en el mes de febrero pasado, y que fueron enviadas al exilio en Washington.
Pocos días después, la justicia declaró traidores a la patria a 94 opositores, entre ellos el escritor Ramírez, y también los despojó de su nacionalidad e inhabilitó de por vida para ejercer cargos públicos, al tiempo que anunció la confiscación de sus bienes.
Todos los sancionados habían sido acusados de cometer “actos que menoscabaron la independencia, la soberanía, la autodeterminación del pueblo” y de incitar a la violencia y al terrorismo, en el contexto de unas protestas que, en el año 2018, generaron una crisis política y social.
Reinaldo Gómez
Con información
de “El Nacional”