El gobierno de Joe Biden ha rechazado las acusaciones de que Israel esté llevando a cabo un genocidio en la Franja de Gaza contra los palestinos, aunque al mismo tiempo ha insistido en que el gobierno de Benjamin Netanyahu debe hacer más para garantizar la protección de civiles inocentes en medio del conflicto con Hamas.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, declaró en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que si bien creen que Israel puede y debe hacer más para garantizar la protección de civiles inocentes, no consideran que lo que está sucediendo en Gaza sea un genocidio. Sullivan expresó la preocupación de la administración por el sufrimiento de los civiles palestinos atrapados en medio de la guerra, calificándolo de inimaginable y enfatizando que ningún civil debería pasar por esa situación.
La declaración de Sullivan busca ofrecer la visión de la administración sobre el conflicto en Medio Oriente, destacando la necesidad de una estrategia de largo plazo por parte de Israel para garantizar una derrota duradera de Hamas y una paz en la región. Además, se ha fijado como prioridades la integración de Israel con los estados árabes para garantizar la seguridad a largo plazo y el ingreso de ayuda humanitaria en Gaza, así como la negociación de un alto al fuego y la liberación de rehenes.
La postura de la Casa Blanca ha generado tensiones con la posición de la relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, quien ha advertido sobre la posibilidad de que Israel esté cometiendo genocidio en Gaza. Esta postura ha provocado un enérgico rechazo por parte del gobierno de Netanyahu.
AP