El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que da un plazo de 30 días a las farmacéuticas para negociar la reducción de precios de medicamentos en el país. Si no se llega a un acuerdo, el gobierno federal intervendrá y fijará precios equivalentes a los de otras naciones donde los medicamentos son más asequibles. Esta medida busca abordar la creciente preocupación de los estadounidenses que, según Trump, están subsidiando el costo de medicamentos en el extranjero al pagar precios desproporcionadamente altos en su propio país.
Durante la firma de la orden en la Casa Blanca, el presidente enfatizó que algunos medicamentos podrían experimentar reducciones de hasta el 90% en sus precios, instando a las farmacéuticas a actuar de manera voluntaria. «Europa tendrá que pagar un poco más, el resto del mundo tendrá que pagar un poco más y Estados Unidos pagará mucho menos», afirmó. Esta declaración resuena con aquellos que han luchado contra los altos costos de atención médica en EE.UU., donde el acceso a medicamentos esenciales se ha convertido en un desafío para muchos.
Sin embargo, la efectividad de esta orden ejecutiva aún es incierta. La prensa estadounidense ha señalado que no está claro cómo el gobierno puede influir en los precios que se fijan en otros países. Este nuevo esfuerzo recuerda los intentos anteriores de Trump de implementar políticas similares, como el decreto de «nación más favorecida» en 2020, que enfrentó obstáculos legales y no llegó a implementarse durante la administración de Joe Biden. La lucha por la accesibilidad de medicamentos sigue siendo un tema candente en el debate sobre la salud pública en EE.UU.