Con la presidenta interina Jeanine Áñez en aislamiento tras dar positivo al COVID-19 y otros cuatro ministros en la misma situación, el gobierno en Bolivia se conduce en gran medida de manera virtual.
Pero no son los únicos. Eva Copa, presidenta de la Asamblea Legislativa y segunda en jerarquía del Estado, también dio positivo y preside las sesiones del Senado a distancia, se informó el lunes.
Áñez, de 53 años, dio positivo el jueves y Copa el viernes en momentos en que la pandemia “ingresó a un ascenso vertiginoso de contagios”, según el Jefe de Epidemiología, Virgilio Prieto. El lunes los contagios llegaron a 48.187 y los decesos a 1.807.
La mandataria está aislada en la residencia presidencial en La Paz desde donde mantiene reuniones virtuales permanentes y recibe reportes diarios. Es asintomática y está de buen animo, según su médico Andrei Miranda. El viernes salió a la terraza con su perro para saludar a sus partidarios y envía mensajes por la televisora estatal, reseñó AP.
El colaborador más cercano de Áñez, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, fue el primero en contraer el nuevo coronavirus y se recupera en su casa. El domingo fue internado el ministro de Economía, Oscar Ortiz. En tanto, los ministros de Salud, Heidy Roca, y de Minería, Jorge Oropeza, están en recuperación. Todos presiden reuniones por internet y se reportan a diario con la mandataria.
“Tenemos un gobierno mermado y la pandemia está obligando al teletrabajo en todo el mundo. Para nosotros es un desafío, pero tampoco es algo novedoso. Debemos adaptarnos rápidamente”, dijo el especialista en ciencia política Jorge Dulón.
En el Legislativo, dominado por el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del expresidente Evo Morales, una decena de diputados y senadores dieron positivo. Las sesiones no han paralizado y se mantienen de martes a jueves con un grupo de legisladores que las siguen a distancia, dijo el presidente de los diputados, Sergio Choque.
La pandemia ha trastocado la difícil gestión de Áñez, quien asumió en noviembre tras una violenta convulsión social que cobró al vida de 36 personas y obligó a Morales a renunciar después de casi 14 años en el poder cuando buscaba un cuarto mandado. Los comicios fueron anulados bajo sospechas de fraude.
Foto: vía AP