El Manchester City, suspendido dos años por la UEFA por no respetar las reglas del Fair-Play Financiero (FPF), fue autorizado este lunes por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) a jugar competiciones continentales, por lo que sus propietarios pueden continuar soñando con ganar la Champions League.
«Manchester City no disfrazó sus contratos de patrocinamiento pero fracasó en cooperar con la Uefa», la instancia que rige el fútbol europeo, explica el TAS en su decisión.
El club, propiedad del jeque emiratí Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahayan y entrenado por el español Pep Guardiola, fue condenado solamente a pagar una multa de 10 millones de euros (11 millones de dólares) a la UEFA, en lugar de los 30 millones de euros inicialmente decididos por la confederación.
Julio Urdaneta con información de AFP
Foto: Palco 23
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