Suman ya 360 las personas fallecidas en Kenia como consecuencia del ayuno colectivo de una secta cristiana en una zona boscosa de ese país africano, supuestamente como un camino para encontrarse con Jesucristo.
No obstante, hasta ahora hay poco más de 600 personas que igualmente se hallaban en el acto religioso, que están desaparecidas.
Las autoridades informaron a los medios de comunicación, sin embargo, que la cifra de rescatados se mantiene en 95.
Además, la comisionada regional de policía de la costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó que 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento.
Este pasado lunes se dio inicio a la cuarta fase de exhumaciones y apertura de las fosas comunes y tumbas halladas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi, y el ministro del Interior keniano, Kithure Kindiki, declaró el martes ante una comisión creada en el Senado (Cámara alta) para investigar el caso.
En su intervención, Kindiki culpó a las fuerzas de seguridad y a la justicia kenianas de negligencia, al no tomar las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas en el pasado contra el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
Las autopsias llevadas a cabo han logrado evidenciar que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de los niños, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.
Hasta ahora, este terrible hecho que ha sacudido al país africano tiene 37 sospechosos detenidos, a la espera de que la investigación aclare más quiénes son los verdaderos responsables.
Fuente: Metro World News