La situación actual de la producción de café venezolana se puede expresar como el mejor ejemplo de lo que no se debe hacer”.
A menos que sea un plan perfectamente ejecutado, “presumimos” inexcusables, la ineficiencia, ineficacia e inoperancia de las políticas agrícolas implementadas a la caficultura nacional, sistema productivo que elevó a Venezuela al más alto sitial internacional, cuando ocupó el primer lugar como país exportador de café, en cuanto a calidad y el segundo en cuanto a cantidad y que, “por ahora”, su exterminio es el resultado del oprobio ejecutado en contra de las más humildes familias campesinas, que en sus conucos producen la noble semilla, los caficultores venezolanos producíamos el mejor café del mundo; sitial reconocido cuando, en 1886, le fue otorgado el máximo galardón al café producido en la Finca Cobalonga, de los Valles de Aragua; para después de obligar al caficultor a trabajar durante cuatro años, hasta lograr la primera cosecha comercial y aplicarle un “PRECIO VIL” a su trabajo, que no cubre los costos de producción. Precio con el cual, a los humildes cultivadores de café, no se les reconoce ni siquiera el valor monetario de los jornales trabajados en sus conucos.
Siendo el precio impuesto al café, a nivel de productor, la “Remuneración por su Trabajo” y estando en vísperas de la próxima cosecha, podríamos preguntar entonces:
¿La imposición de un precio vil al productor de café, que no cubre los costos de producción, constituye o no, una violación a sus “Derechos Humanos” expresos en el Artículo 23-3 de la Declaración Universal de las Naciones Unidas, ONU, de 1948; de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y hasta de la Ley Orgánica del Trabajo?
Pero, todo esto sucede a pesar de la Sentencia sobre el expediente 05-0367, de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia referente a un Recurso de Amparo en el cual exigimos la validación de nuestro derecho, logrado a través de la Ley de Mercadeo Agrícola cuando en Junta Nacional se aprobó, por mayoría absoluta, qué:
“Los precios del café, a nivel de productor, deben ser ajustados a la inflación los quince de septiembre, de cada año (15-09 C/año). Y, “ESTO NO SE HA CUMPLIDO”.
Entre las consecuencias que ha traído está, anormalmente, oprobiosa situación, están: La devastación irrecuperable de 36 cuencas hidrográficas y 79 sub-cuencas, ubicadas en nuestras principales cordilleras: Los Andes, La del Centro y la de Oriente; donde se encuentran las fincas cafeteras; donde están las nacientes de agua dulce imprescindibles para la preservación de la vida vegetal, animal y humana; y para la producción de alimentos.
El exterminio de una clase social próspera, auto gestionaría y sustentable, que otrora fue reconocida como:
“Los Guardianes Gratuitos del Ambiente.”
Ahora, son los principales depredadores el ambiente, cuando realizan las denominadas rosas, nefasta alternativa implementada; tala y quema indiscriminada, tras la búsqueda de una agricultura de subsistencia; siembra de maíz y caraotas, para, tan sólo, tener con qué “mitigar” el hambre y/o para utilizar la madera para secar el café.
Venezuela, según estadísticas del Fondo Nacional del Café FONCAFÉ, para el año 1998 producía un millón quinientos cincuenta mil quintales de café al año (1.550.000 q.q. /año), consumíamos novecientos cincuenta mil quintales (950.000 q.q.) y exportábamos seiscientos mil quintales (600.000 q.q.) desde el año 2009, gubernamentalmente, se ha aceptado que pasamos a ser un país importador de café, en cantidades cuantificadas por el sindicato Nacional de Café Venezuela en más de un millón de quintales/año (1.000.000 q.q. /año); calculándose la producción nacional en, aproximadamente, doscientos mil quintales mil quintales (200.000 q.q.) según el referido sindicato y, un consumo de, aproximadamente, un millón trescientos mil quintales año (1.300.000 q.q. /año) si aplicamos el aumento poblacional de un treinta por ciento (30%) al consumo estimado por FONCAFÉ para el año 1998. Es decir, estimamos que la producción ha mermado en, aproximadamente, un noventa y cuatro, coma, dos por ciento (%94,2).
En estos mismos porcentajes calculamos el exterminio de las ochenta y cinco mil (85.000) familias que para el año 1998, hacían de la producción de café, el único medio para obtener los ingresos monetarios necesarios para su subsistencia; cuando la caficultura generaba veinticuatro millones de jornales año (24.500.000 jornales/año).
La inseguridad jurídica, traducida en la, presunta, violación de los Derechos Humanos, constitucionales y legales a los caficultores ha exterminado a este sistema productivo base fundamental en la economía de países como Brasil, Vietnam, Colombia, Honduras o Nicaragua, tan sólo por nombrar algunos de los cincuenta y dos (52) países ecuatoriales exportadores de café y que el café, es base económica fundamental en países como Italia, que por su situación geográfica no producen un grano de café; allá, la importancia económica del café ha quedado demostrada en la localidad de Trieste donde fue creada…
“La Universidad del Café”.
Hemos denunciado la desnutrición, las enfermedades endémicas, el éxodo de los caficultores; donde en el mejor de los casos las mujeres que fueron propietarias de sus fincas pasan a ser trabajadoras domésticas; a los suicidios ocasionados por la desesperación al no poder honrar sus deudas. Todo esto consta en partes médicos que hemos publicado o entregado a los organismos a quienes compete la solución de tan grave situación.
En Venezuela estamos tomando café nicaragüense, hondureño o brasileño, con leche argentina, azúcar dominicana y, en taza china.
Es tan sólo una llamada de atención a como se encuentra el aparato productivo de la nación que importa más del setenta por ciento (70%) de cuanto consume y exporta en un noventa y siete por ciento (97%) un solo bien que ni siquiera produce por qué, al petróleo se le extrae… Es un producto de la naturaleza.
¿En cuánto le sale al gobierno un quintal de café importado, con el valor hiperinflacionario del dólar? ¿Cuál es el costo de producción y qué cubre el precio que le imponen al trabajo del productor de café?
Estamos en momentos de reflexión de utilización de la lógica, la razón y la sensatez, para luego tomar buenas decisiones que marcarán el destino de la Patria…
“El futuro de tu familia”.