El guardaespalda del expresidente Hugo Chávez, Adrian Velázquez, quien también es reclamado por Estados Unidos, enfrentará este próximo jueves 16 de septiembre a la justicia española.
Posterior a la captura de Hugo «el pollo» Carvajal el pasado jueves 9 de septiembre en Madrid, España, y la inminente extradición de Alex Saab en Cabo Verde, continúan las solicitudes de extradición.
Velásquez detenido el pasado diciembre, se enfrenta por delito de blanqueo de capitales, al tribunal que debe decidir sobre la petición de extradición de las autoridades estadounidenses, que es apoyada por la Fiscalía de la Audiencia Española.
Según explica la fiscalía, apoya la entrega porque se cumplen los requisitos, como no existir motivación política tras la reclamación o no estar el delito prescrito, además de que los hechos se habrían cometido presuntamente en Estados Unidos y no son investigados en España.
Hace dos años Velásquez y su esposa fueron solicitados por Venezuela, pero España negó la solicitud al considerar que podría estar en peligro su integridad.
Actualmente se juzgará la posibilidad de extradición por su presunta implicación en una «estratagema corrupta en relación con el cambio de moneda extranjera efectuado por el Gobierno venezolano» desde 2008 hasta 2017.
Según la premisa, Raul Gorrín, dueño de Globovisión efectuaba sobornos a funcionarios del gobierno venezolano a fin de asegurarse una ventaja indebida en la obtención y retención del derecho de efectuar transacciones de cambio de moneda extranjera con tasas favorables.
Así, sospecha que pagó presuntamente millones de dólares a los extesoreros Alejandro Andrade y Claudia Patricia Díaz, y a Velásquez en beneficio de ella.
Para ocultar los pagos Gorrín utilizó supuestamente cuentas de empresas ficticias, según el relato de acusación, que afirma que entre 2011 y 2013 ordenó pagos «de por lo menos 65 millones de dólares» y «también compró y pagó gastos relacionados con aviones privados, yates, mansiones, caballos campeones, relojes finos y una marca de diseñador de modas».
El empresario, al que la Justicia estadounidense considera prófugo, reside en Venezuela y fue acusado en agosto de 2018 como cómplice de «conspiración para lavado de dinero».
Por su parte, Andrade Cedeño, también venezolano, fue sentenciado a diez años de prisión y, como parte del acuerdo de declaración de culpabilidad, admitió que recibió más de 1.000 millones de dólares en sobornos de Gorrín y otros implicados.
Fuente: El Pitazo