Emilita (Emilia) Dago nació en La Habana, Cuba, el 12 de noviembre de 1.933, lo que significa que, ayer, cumplió 86 años de vida.
Hija de padres españoles, desde muy niña mostró inclinación hacia las artes y hacia los espectáculos en general, así como una evidente inclinación hacia el canto, lo que puso en práctica desde muy joven, cuando incursionó en un programa radial de concursos denominado la Corte Suprema del Arte, que se transmitía por la desaparecida emisora CMQ de La Habana.
Antes de salir voluntariamente de su país al exilio , en 1.960, fungió también como animadora en varios programas de televisión habaneros, en los cuales también cantaba ocasionalmente, con el detalle de que siempre demostró una vivísima picardía, conjuntamente con una simpatía, ambas muy naturales en Emilita, la que, por cierto, movía los ojos con una agudeza impactantes.
Volviendo a 1.960, el país hacia el cual se exilió fue precisamente Venezuela, en donde, a poco de no más llegar a la capital de la república, fue contratada por Renato Capriles, para entonces director de la todavía nueva orquesta venezolana “Los Melódicos”, fundada hacía dos años apenas, a objeto de que se incorporara al equipo de vocalistas de dicha agrupación, que, de alguna manera, pretendía competir con la que era para ese entonces la orquesta del momento, no solamente en Venezuela sino también en buena parte del Caribe: la Billo’s Caracas Boys.
Emilita comenzó a grabar de inmediato, al lado del otro cantante de la agrupación, Manolo Monterrey, quien, a su vez, había sustituido a Víctor Piñero como guarachero de la banda, y del bolerista, el por cierto barquisimetano, “Rafa” Pérez, y los éxitos no se hicieron esperar.
Para ese entonces, la presencia femenina en una orquesta de baile de las denominadas “gallegas”, no era común en Venezuela, por lo que, desde el primer momento, ello llamó poderosamente la atención de los bailadores del país, a lo cual se sumó el hecho de que Emilita demostró ser una excelente vocalista de los ritmos caribeños, incluidos los merengues dominicanos, aparte de que logró acoplarse perfectamente a la antes mencionada agrupación musical.
Así, “Los Melódicos”, en la voz de Emilita, pegaron masivamente numerosos temas, entre los cuales podemos citar: “Qué gente averiguá”, “El ladrón”, “Canuto”, “Nada”, “Desinteresada”, “El veneno de los hombres”, “La cañada”, “La vida es chiquita”, “La tómbola”, “El Sucu-Sucu” y “El regalito”.
Por cierto, durante su estancia con la agrupación, Emilita animó numerosos y rumbosos bailes en Barquisimeto, lo cual es muy recordado por los fiesteros de la época que todavía sobreviven.
La cantante cubana estuvo tres años con la orquesta, y, repentinamente, decidió separarse de la banda, todavía no se sabe por qué motivo.
En 1.965, organiza entonces el Combo Gigante, del cual fue su directora y cantante, que tuvo una efímera vida de apenas uno o dos años, pero con tal agrupación no logró el mismo éxito que tuvo con “Los Melódicos”.
En 1.970, se fue a los Estados Unidos, y se radicó en Miami, Florida, en donde reside actualmente.
Valga esta breve nota periodística como un reconocimiento de EL INFORMADOR su exitosa trayectoria artística.
Reinaldo Gómez