Manifestantes bloquearon vías y marcharon por las calles de Santiago y otras ciudades del país en una nueva jornada de protestas a la que se sumó una paralización de empleados públicos, estudiantes y otras organizaciones, en demanda de cambios profundos al modelo económico y político.
Las tres semanas de movilizaciones han dejado más de 20 muertos y miles de detenidos en Chile, además de cuantiosos daños que ya empieza a resentir la economía del mayor productor mundial de cobre.
Pese a que el Gobierno ha hecho algunos guiños con ajuste de ministros, medidas paliativas y la promesa de avanzar en un cambio constitucional, los manifestantes no parecen satisfechos y demandan reformas estructurales.
“La verdad es que claro, el presidente hizo un mini cambio, pero es mucho el abuso que hay y no basta. Este movimiento no es de izquierda o derecha, va más allá”, dijo Valentina Donoso, una estudiante de 21 años que vende pan en el centro de Santiago, reseñó el Panorama.
Trabajadores del sector público, estudiantes y otras organizaciones gremiales lideraron una huelga general el martes, aunque garantizaron que no se afectarían sectores como la producción y suministro de combustible.