ICOLT / «Dichosos los pobres porque de ellos es el cielo, pero más dichosos aún el pueblo venezolano por las pésimas políticas impuestas por este gobierno, pero valiente este pueblo en ejercer su ciudadanía en estos tiempos de angustia».
Esta fue una de las frases de la homilía de Mons. José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal, quien ofició la misa de llegada de la imagen de la Divina Pastora a la catedral de Barquisimeto.
«Dichosos los sufridos y los que lloran, dichosas tantas madres que ven partir a sus hijos que no se fueron por moda, si no por cumplir sus necesidades básicas», aseguró entre otras sentencias contra el gobierno venezolano, tal como ha venido ocurriendo en los últimos años de la procesión.
Como ya también se ha hecho habitual, la feligresía reacciona en contra y a favor de ese tipo de discursos.
«No es coincidencia que la Virgen lleve en su vestido el mapa de Venezuela. Le pedimos a ella que actúe para que se acabe esta tragedia de miseria y corrupción», palabra última que exacerbó los ánimos de muchos de los presentes.
Con información de Neicary Albarrán