Angélica Romero Navas.- Los lienzos están por las nubes y los bolívares por el piso ¿qué puedo hacer? se preguntó Rubén Álvarez Suárez, un pintor que puso a volar su imaginación y pese a la situación económica del país, no se permitió apartarse de lo que más le gusta hacer.
30 años pintando a la Divina Pastora en muchas técnicas y materiales, óleo, tintas, colores perlados, fluorescentes, velas y hasta chimó, hoy este artista ha innovado con piezas dignas de exportar.
Sobre billetes que ya no están en circulación pinta la Imagen de la Divina Pastora con la Catedral de Barquisimeto o El Obelisco de fondo, son piezas maestras, muy valoradas sobre todo por los visitantes de otras partes de Venezuela, quienes cada enero visitan el pueblo de Santa Rosa para llenarse de la magia de la Divina Pastora.
En el Mirador tiene su pequeño local… una mesa y muchas manchas de colores que por donde se mire les dice a los visitantes que él es el autor de tan hermosos retratos. A cualquier hora Rubén está pintando a la Virgen, no sólo en enero sino los 365 días del año.