Este jueves, el gobierno de Francia anunció un nuevo confinamiento. El país europeo exigirá una prueba negativa de covid-19 a todos los viajeros externos a la Unión Europea.
«Vamos a endurecer las condiciones de entrada en el país y reforzar los controles fronterizos» para «evitar» que la cepa variante del virus «se extienda», anunció el primer ministro francés, Jean Castex, en conferencia de prensa.
A partir del lunes, todos los viajeros que deseen venir a Francia desde fuera de la UE «tendrán que presentar una prueba negativa para subir a un avión o a un barco», dijo.
Estas personas también tendrán que «comprometerse solemnemente a aislarse durante siete días una vez que lleguen a Francia, y luego volver a hacerse una segunda prueba», agregó.
Paralelamente, para intentar contener los contagios, el gobierno impondrá un toque de queda nacional desde las 18H00, a partir del sábado 16 de enero y durante al menos 15 días
«Salvo excepciones vinculadas a las misiones de servicio público, todos los lugares, tiendas o servicios que reciban al público cerrarán a las 18 horas», señaló Castex. Aunque los comercios sí están abiertos, los restaurantes, bares, museos y cines están cerrados desde hace más de dos meses.
Francia registró el miércoles alrededor de 23.000 nuevos casos de covid-19, una cifra muy por encima de los 5.000 casos establecido por el gobierno para levantar las restricciones.
Con información de El Nacional
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