Se cierra la vigésima edición de los Juegos Deportivos Nacionales, los cuales se realizaron de manera simultánea en varias entidades del país, donde el estado Lara tuvo la capacidad de ser sub-sede y albergar varias disciplinas deportivas, demostrando un trabajo organizativo de buena factura donde las asociaciones deportivas, alcaldías y los entes reguladores del deporte en la entidad trabajaron de manera mancomunada para sacar adelante las actividades dispuestas en la entidad.
Se pudo comprobar que el trabajo organizacional de la entidad crepuscular fue superior al de otras entidades que les tocó recibir a los atletas de estos juegos, donde las quejas por parte de los atletas, entrenadores y dirigentes fue mayor en esas instancias con respecto al trato recibido, alojamiento y alimentación principalmente, delegaciones que incluso buscaron de manera propia cambiar de sitio de hospedaje ante la deficiencia de estos recintos y el correcto descanso de los participantes, factor determinante en el rendimiento, al igual que la alimentación, aún así los atletas dieron el todo por el todo para conquistar sus preseas y dejar el nombre de Lara en alto.
Este tipo de situaciones se presenta en buena medida cuando este tipo de eventos se realiza en diferentes entidades, donde a pesar de existir un grupo encargado de la dirigencia a escala central garante del correcto funcionamiento, siempre habran detalles que no salen como se esperan y el atletas es el más perjudicado.
Puede entenderse que el estado busca destinar la inversión en varios flancos y no concentrarla en solo una entidad, pero pueden ocurrir estas variables que le restan nivel competitivo a la actividad atlética y todos estos factores deben estudiarse a fondo para tomar los correctivos de cara a nuevos juegos que esperan se disputen en el 2024, aunque ciertamente era necesario por el bien del deporte nacional la realización de estos juegos que tuvieron una pausa de nueve años.
Lara en el Medallero
La representación del estado Lara en la historia de los juegos siempre estuvo disputando los tres primeros lugares de la magna cita del deporte nacional, sin embargo en esta oportunidad el rendimiento no fue el mismo de ediciones anteriores, aunque no es negativo del todo. Son diversos los factores influyentes en cada disciplina que al final se refleja en el medallero donde los crepusculares se ubicaron en el cuarto lugar por detrás de Miranda, Distrito Capital (Caracas) y Carabobo, cuarta posición con buen distanciamiento con respecto al tercer peldaño y las autoridades regionales deben estudiar a fondo las fallas estructurales en el sistema metodológico, participativo y presupuestario del conjunto larense.
El atletismo para resaltar
Bien es cierto que hubo disciplinas que aportaron las preseas esperadas y otros pronósticos que se cayeron. En el atletismo siempre se pensó que Lara iba a estar disputando los primeros lugares de la competencia y que el medallero estaría repartido en todos los estados.
El pronóstico de Lara eran seis metales dorados y con pelea con Miranda, Carabobo y DC. Lara sobrepasó este pronóstico y llegó a las 10 preseas de oro para coronarse en la pista y campo del polideportivo Máximo Viloria de Barquisimeto. En total fueron 13 de oro, pero tres no entraron en la contabilidad de los juegos al presentar bajo quorum en las pruebas disputadas, aún así es de aplaudir el gran esfuerzo mostrado por la Asociación de Atletism o del estado Lara, por sus atletas, entrenadores y los padres y representantes de los muchacho, tal cual como ocurrió en otros deportes.
Grandes ganadores
Es de hacer notar la participación de estados más pequeños y con menor presupuesto que los estados centrales y el propio Lara, como lo fueron los casos de Yaracuy y Sucre, los cuales tuvieron una participación extraordinaria digna de ser tomada en consideración por su buen nivel de preparación y visión puesta en cada escenario deportivo donde sus atletas salieron al ruedo.
Foto: Julio Urdaneta