Científicos y gobiernos se reunieron este lunes 14 de febrero para ultimar un importante reporte de Naciones Unidas sobre cómo afecta el cambio climático a las vidas de la gente, su entorno natural y la propia Tierra.
No esperen un florido obsequio de San Valentín para el planeta: en lugar de eso, un grupo activista dijo esperar “una pesadilla descrita con el frío lenguaje de la ciencia”.
El Comité Intergubernamental de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que reúne a cientos de los científicos más destacados del mundo, emite tres grandes reportes sobre cambio climático con una frecuencia de entre cinco y siete años. La nueva entrega, que no se completará hasta finales de febrero, explicará cómo afecta ya el cambio climático a los humanos y al planeta, qué esperar en el futuro y los riesgos y beneficios de adaptarse a un mundo más cálido.
“Nos preocupa que el clima físico a nuestro alrededor está cambiando”, dijo la copresidenta del comité, la científica ambiental sudafricana Debra Roberts. “Pero para la mayoría de la gente, en su día a día (…), quieren saber ‘¿y qué?’. Qué significa para sus vidas, sus aspiraciones, sus empleos, sus familias, los lugares donde viven”.
El reporte tiene siete capítulos regionales “sobre cómo los cambios físicos en el clima cambian las vidas de la gente”, explicó. Y hará un fuerte hincapié en las ciudades.
Incluso antes de ver el reporte final, los activistas lo describieron como una señal de advertencia para el planeta.
“Las espantosas pruebas del IPCC de impactos climáticos crecientes mostrarán una pesadilla descrita con el frío lenguaje de la ciencia”, dijo en un comunicado Teresa Anderson, responsable de cuestiones de justicia climática en ActionAid Internacional.
Los científicos no concretaron detalles sobre el reporte porque su crucial resumen aún se vería sujeto a una intensa negociación entre autores y gobiernos durante las próximas dos semanas, y haría falta consenso para llegar a la versión definitiva. La reunión del IPCC comenzaba con una conferencia de prensa el lunes en Berlín. Los borradores que han circulado de forma pública podrían sufrir cambios, en ocasiones drásticos, hasta su publicación el 28 de febrero.