El expresidente Donald Trump respondió preguntas por casi siete horas el jueves durante su segunda declaración en una disputa jurídica con la fiscal general de Nueva York en torno a las prácticas comerciales de su empresa, con lo que revirtió su decisión anterior de invocar su protección de la Quinta Enmienda constitucional contra la autoincriminación y permanecer en silencio.
El republicano se reunió todo el día con abogados de la fiscal general Letitia James, que demandó a Trump el año pasado. En su demanda sostiene que Trump y su familia engañaron a bancos y socios comerciales dándoles información falsa sobre su patrimonio neto y el valor de activos como hoteles y campos de golf.
Poco después de que Trump entrara en el rascacielos de Manhattan que alberga las oficinas de James, su abogada, Alina Habba, dijo que estaba “no sólo dispuesto sino también ansioso por testificar.”
“Sigue firme en su postura de que no tiene nada que ocultar, y está deseando instruir a la fiscal general sobre el inmenso éxito de su empresa multimillonaria”, dijo Habba en un comunicado.
La demanda no está relacionada con los cargos penales por delito grave presentados contra Trump por el fiscal del distrito de Manhattan, que derivaron en su histórica lectura de cargos la semana pasada, la primera para un expresidente de Estados Unidos.
En una publicación en redes sociales el jueves por la mañana, Trump señaló que la demanda era “ridícula, al igual que todos los demás casos de interferencia electoral que se han presentado contra mí.”
Levantó el puño al salir de su apartamento en la Torre Trump por la mañana, y arribó en caravana a la oficina de la fiscal general alrededor de las 9:40. Las dos partes hicieron una pausa para almorzar. Trump partió en la comitiva poco antes de las 6:15 de la tarde y no se detuvo a hablar con los periodistas.
James se negó a responder a una pregunta sobre la declaración de Trump en una conferencia de prensa sobre un asunto no relacionado el miércoles.
Trump se reunió previamente con los abogados de James el 10 de agosto, pero se negó a responder a todas las preguntas, salvo algunas relativas al procedimiento, e invocó su derecho a la Quinta Enmienda más de 400 veces. En ese momento, James aún no había presentado su demanda y no estaba claro si las preguntas sobre la forma en que Trump valuaba su empresa se convertirían en la base de un caso penal.
“Cualquiera en mi posición que no se acogiera a la Quinta Enmienda sería un tonto, un absoluto tonto”, dijo en esa declaración, que fue grabada en video y posteriormente difundida públicamente. Trump vaticinó que un fiscal “renegado” trataría de armar un caso penal a partir de sus respuestas, en caso de que las diera.
“Una declaración o una respuesta ligeramente errónea, por accidente, por error, como que era un día soleado y hermoso, cuando en realidad estaba ligeramente nublado, sería recibida por las fuerzas del orden a un nivel pocas veces visto en este país, porque lo he experimentado”, dijo.
Desde entonces las circunstancias han cambiado. Los cargos penales presentados por el fiscal del distrito de Manhattan se centraban en cómo la empresa contabilizaba internamente los pagos a un abogado, Michael Cohen, por su trabajo en el que hizo pagos a personas para que no hicieran públicas historias sobre encuentros sexuales extramatrimoniales que Trump dice que nunca ocurrieron.
Está previsto que la demanda presentada por James vaya a juicio en octubre. Las grabaciones en video de las declaraciones de Trump podrían reproducirse en el juicio, si la demanda no se resuelve.
La declaración del jueves se realizó en privado.
Fuente: AP