“Gracias a este gobierno, de Nicolás Maduro, los trabajadores venezolanos siguen llevando una vida de penurias y de calamidades cada vez más agravada”, así lo expresó el profesor Armando Prado, secretario general del partido Izquierda Democrática (ID) en el estado Lara, al referirse a la actual situación del trabajador venezolano, y muy especialmente al hecho de que no hubo ningún incremento del salario mínimo por parte el gobierno nacional a propósito del pasado primero de mayo, Día Internacional del Trabajador.
–Por cierto –agregó–, ello implicó el tercer año consecutivo en que no se produce ningún aumento salarial en tan significativa fecha, lo que significó, para decirlo en buen criollo, que los trabajadores venezolanos se quedaron con los crespos hechos a la espera de ese incremento, que, por cierto, todo el mundo esperaba que se produjera, e incluso muchos fueron más allá, pues llegaron a creer que ese incremento pudiera haber llegado a los 200 dólares mensuales. ¡Tremenda decepción…! O también pudiera ser: ¡Tremendo balde de agua fría…!
–En otras palabras: Con el incremento de algunos bonos al sector público, el gobierno de Nicolás Maduro lo que ha pretendido es acallar y engañar a los obreros y a los trabajadores venezolanos.
—Por tal motivo, desde Izquierda Democrática, exigimos al gobierno nacional la revalorización del salario. ¿Cómo…? Estableciendo un ingreso mínimo mensual que, tal como lo establece la Constitución Nacional, le alcance al venezolano para llevar una vida digna y decente.
“Muchas calamidades…”
Recordó Prado que el costo de la cesta básica en Venezuela ya supera los mil dólares mensuales, y también recordó el aumento incontenible de los niveles de pobreza a ritmo galopante, la creciente deserción escolar, la baja profesionalización y la carencia de atención médica, “entre las muchas calamidades que estamos viviendo los venezolanos”.
–No se entiende, entonces –prosiguió—, cómo es que este gobierno lleve ya tres años sin decretar ningún incremento del salario mínimo mensual para los trabajadores, en una nueva burla para la clase obrera venezolana.
–¡Ah…! Pero, mientras los venezolanos estamos pasando las de Caín, vemos cómo los altos funcionarios se dan la gran vida y hacen desastres con los dineros del pueblo.
–En nuestra humilde opinión, consideramos que, así como en el pasado llegamos tarde al siglo veinte, también en esta oportunidad estamos llegando igualmente tarde al siglo veintiuno.
Prado terminó sus declaraciones haciendo un llamado “a continuar la lucha de los trabajadores venezolanos por sus justas reivindicaciones, por todos los medios legales y pacíficos a su alcance”.
RG