Patrik Schick avistó al arquero fuera de su área y decidió ejecutar un soberbio remate combeado desde el círculo central, dándole a la República Checa una ventaja de dos goles que iba a ser irremontable.
Schick fue el autor de los dos tantos con los que los checos despacharon el lunes 2-0 a Escocia en el Campeonato Europeo. Pero su segundo gol quedará en el recuerdo.
Escocia perdió un balón en su propia mitad y la pelota quedó a los pies de Schick. El delantero del Bayer Leverkusen levantó la mirada y observó que el arquero rival David Marshall muy adelantado. De primera, sacó un remate desde casi 50 metros.
Desesperadamente, Marshall trató de despejar, pero sólo pudo ver el balón pasarle por encima y luego quedar atrapado en la red.
“Fue un rechace», contó Schick. “Me fijé (en el arquero) para ver dónde estaba parado y lo vi muy arriba. Miré otra vez y rematé”.
Schick y sus compañeros de equipo corrieron hacia un punto de córner del Hampden Park, donde un puñado de hinchas checas rugían de alegría.
La UEFA informó que había sido el gol con el disparo más lejano de la historia del torneo, desde 49,7 metros. El previo récord correspondía a un disparo desde 38,6 metros, ejecutado por el centrocampista alemán Torsten Frings en la Euro 2004.
“Marcar un gol así es como un sueño de hadas», comentó el volante checo Tomas Soucek. “Le pegó de manera fantástica”.
Soucek también se refirió a la definición en su cuenta de Twitter: “Está claro que ya tenemos el gol del torneo. Nadie lo superará».
Schick también se encargó de abrir el marcador para los checos a los 42 minutos, definiendo con un remate de cabeza al abrirse espacio entre un par de zagueros escoces. Fue una formidable definición tras un centro igual de excelente por parte del lateral derecho Vladimir Coufal.
El técnico de Escocia Steve Clarke no quiso cargar la culpa a su arquero por estar adelantado en el segundo gol de Schick.
“Ha sido una definición fantástico. En vez de buscar culpables, a veces hay darle el crédito al autor del gol», dijo Clarke.
El seleccionador checo Jaroslav Silhavy contó que Schick practica remates distantes en los entrenamientos, y que anteriormente había tratado de anotar desde lejos.
“El segundo gol ha sido de un extraterrestre», dijo Silhavy. “Desde hace tiempo que no veíamos un gol así desde mitad de cancha”.
La República Checa se apoderó del liderato del Grupo D con tres puntos y estropeó el jolgorio de una Escocia que retornaba a un gran torneo desde su participación en la Copa Mundial de 1998. AP