Después de batallar poco más de cuatro horas ante Novak Djokovic, el tenista griego Stefanos Tsitsipas se rindió ante el serbio y no pudo quedarse con la final de Roland Garros.
Fue un momento duro ya que había arrancado dos sets arriba y todo parecía indicar que podía conseguir el preciado título. Sin embargo una excelente remontada del primero de la ATP lo dejó con las manos vacías y la tristeza de haber perdido la oportunidad de ganar su primer torneo de Grand Slam.
Cubierto con una toalla, el griego de 22 años lloró por la impotencia de no haber podido ganar, pero también había algo más detrás de sus lágrimas.
Este lunes 14 de junio, Tsitsipas confesó que minutos antes de jugar la final del Abierto de París, se enteró de la muerte de su abuela paterna, que fue una de las grandes responsables de su crianza y propulsora de su carrera. Por eso, escribió un emotivo posteo en sus redes sociales para despedirla.
“Cinco minutos antes de entrar a la cancha, mi muy querida abuela perdió su combate por la vida. Una mujer sabia, cuya fe en la vida y su voluntad de dar y ofrecer no pueden compararse con nadie más que yo haya conocido”, escribió el griego.
“Es importante que haya más personas como ella en este mundo. Porque la gente como ella hacen vivir. Ellos hacen soñar”.
Tsitsipas es considerado como el heredero de los tres gigantes del tenis Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal. Pero luego de haber conocido esa mala noticia, declaró que había cosas más importantes en la vida que ganar trofeos.
“La vida no es ganar o perder. Se trata de disfrutar cada instante, sólo o con los demás”, afirmó. “Vivir una vida plena de sentido, sin miseria ni abyección. Levantar trofeos y celebrar victorias está bien, pero no lo es todo”, concluyó.
El griego Tsitsipas se perfila para ser más pronto que tarde uno de los grandes en esta disciplina deportiva y se espera que conquiste varios trofeos en su carrera profesional. /JU
Foto: AP News