¿Sabías que el 70% de las personas que están recibiendo un tipo de tratamiento para la enfermedad del alcoholismo recaen varias veces? Por esta razón, la recaída no es un fracaso sino parte de la rehabilitación.
Ahora bien, ¿qué es la recaída en el alcoholismo? Múltiples autores y estudios científicos la definen como una reactivación de patrones obsesivos que ya habían sido abandonados y conllevan nuevamente al abuso en el consumo del alcohol.
Si somos lo suficientemente críticos, nos daremos cuenta de que en esta definición parecen estar presentes dos etapas: alteración del comportamiento y consumo, lo cual nos da derecho a hacernos la siguiente pregunta, ¿acaso la recaída sucede previo al consumo del alcohol? Por supuesto que sí, y vamos a conocer el por qué.
En el área de las adicciones existe un límite conocido como la línea de no retorno, que supone la imposibilidad de detener el comportamiento de búsqueda (pensamientos sobre el alcohol, insomnio, discusiones en el hogar, irritabilidad, actitud defensiva con respecto al tratamiento, frecuentan lugares y personas de riesgos, entre otros) y consumo del alcohol (reactivación del consumo con pérdida de control en la ingesta).
Dicho esto, en lo descrito es fácil reconocer una transición entre lo primero (búsqueda) y lo segundo (consumo), por tanto, la búsqueda está determinada por comportamientos netamente psicológicos, mientras que el consumo termina involucrando el característico desorden bioquímico que trae como consecuencia la imposibilidad de detener el consumo, junto a las graves y variadísimas implicaciones de esto, que incluso una de ellas pudiera ser irreversible, como una discapacidad, perdida de la vida de la persona con alcoholismo o la de un tercero.
Por eso, muchas personas que se han rehabilitado (no significa cura) de la enfermedad, reportan que durante su periodo de actividad alcohólica tenían la capacidad de planificar su recaída días o meses antes de la misma. Luego de un acompañamiento terapéutico terminan comprendiendo que no la planificaron sino que estaban experimentado una etapa de ella que se llama “línea de no retorno”.
Por eso, es muy importante resaltar como este fenómeno nos deja una clarísima oportunidad de prevención del consumo, en una persona que padezca alcoholismo o cualquier otro tipo de drogodepencia, ya que durante la primera etapa (línea de no retorno) el desorden es comportamental, por lo cual podemos brindarles las estrategias de afrontamiento necesarias que les permitan reducir la posibilidad del desequilibrio bioquímico, social, familiar, legal, psicológico, laboral y financiero que involucra el consumo abusivo de alcohol, evitando así frustraciones innecesarias que no solo cuestionan la efectividad del tratamiento sino que además atenta contra toda posibilidad de rehabilitación.
No obstante, no debemos dejar de lado la importancia del soporte social, especialmente los vínculos familiares, ya que el estrés psicológico de una persona que padece alcoholismo y que además atraviesa por un proceso de tratamiento (desintoxicación, deshabituación y rehabilitación) sin tener a favor lo primero, no solo es mucho más desafiante, sino que además terminan siendo objeto de rechazo, estigmatizaciones, culpas e indiferencia, lo que supone desesperanza y desajustes emocionales innecesarios que son sumados a los ya inherentes al tratamiento.
También debemos mencionar la ausencia o abandono de este último, desconocimiento de las serias implicaciones de la enfermedad, pensar que el alcoholismo se cura con fuerza de voluntad y la más peligrosa de todas, repentinos cambios emocionales (sean estos positivos o negativos).
No obstante, si padeces alcoholismo y tienes miedo a la recaída, ¿qué debes saber? Principalmente, debes comprender que las recaídas son parte del proceso de rehabilitación siempre y cuando cuentes con apoyo profesional (psiquiatras o psicólogos que manejen el tema de las adicciones) y acudir al valioso programa de Alcohólicos Anónimos (AA), de lo contrario tus recaídas no son más que variadas “borracheras” con resacas morales y consecuencias severas.
Por supuesto, se reportan casos que dicen no haber recibido apoyo de ningún tipo y se han rehabilitado exitosamente, pero debemos considerar dos razones: la primera, quizá no eran alcohólicos, y la segunda, es que son extremadamente aislados y deben ser analizados con detalle, porque puede que el apoyo haya sido recibido, percibido e interpretado fuera de lo convencional.
Por otra parte, debes cambiar tu estilo de vida de manera determinante (cambiar rutinas y prácticas relacionadas a la consecución de alcohol), distanciarte de aquellos “amigos” que siempre tienen una razón para consumir alcohol, buscar apoyo terapéutico y acudir a (AA), ya que por sí solo es bien difícil que puedas rehabilitarte o reducir la posibilidad de recaídas.
Recuerda algo, el alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva y mortal, no la subestimes.
Psic. Luis Oropeza
FVP: 8482
@psicopracticala
Foto: (Referencial)