El Departamento de Justicia de EEUU anunció este viernes 14 la culminación exitosa de la incautación de combustible a cuatro buques procedentes de Irán, interceptados por militares de ese país el pasado 2 de julio y cuyo caso fue pasado a tribunales.
Este cargamento valorado en millones de dólares y que estaba destinado a Venezuela, es el más grande incautado a la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), organización considerada terrorista por el gobierno estadounidense.
El Departamento de Justicia informó que la carga incautada es de 1.116 millones de barriles de petróleo.
“El gobierno anunció hoy que ejecutó con éxito la orden de incautación y confiscó la carga de los cuatro buques sumando aproximadamente 1.116 millones de barriles de petróleo”, indicó el organismo en un comunicado.
Estados Unidos recurrió a los tribunales el 2 de julio para confiscar el cargamento, como parte de la estrategia de Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, al que Washington no reconoce.
Los barcos afectados fueron identificados como Bella, Bering, Pandi y Luna. Venezuela es altamente dependiente de sus ingresos petroleros pero su producción ha caído a aproximadamente a una cuarta parte de su capacidad de 2008 y su economía ha sido devastada por seis años de recesión.
Según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción de Venezuela en julio se situó por debajo de los 400.000 barriles diarios, un nivel equivalente al de 1934.
En medio del desplome de la industria y de las sanciones de Estados Unidos, Venezuela, que solía refinar suficiente petróleo para sus propias necesidades, debió recurrir a aliados como Irán para aliviar una desesperada escasez de combustible.