¿0PROBIO?
PARTE II.
Comencé este trabajo llamando la atención sobre un, supuesto, acto vergonzante que está ocurriendo en el país, y que es un ejemplo significativo de lo que podría ser la demostración de que no son hechos fortuitos, sino qué, si lo concatenamos con otros, podría presumirse la fragancia de un proceso destructivo perfectamente calculado que lleva a preguntarnos:
¿Se estarán cometiendo hechos que podrían calificarse como traición a la Patria?
¿Por qué la destrucción de lo que tanto ha costado crear y conservar, un bosque inmenso logrado con el esfuerzo, tesón y perseverancia de profesionales venezolanos, que habían logrado la “Integridad de una extensa área del territorio venezolano”, en contra posición con la “presunta” entrega de un millón de hectáreas del territorio nacional a un Estado extranjero, en convenios plagados de opacidad de parte de las autoridades a quienes le compete esclarecer el hecho que, según el criterio de reconocidos juristas, podría constituir una violación fragrante a lo expreso en la Constitución Nacional de la República que podrían conllevar a delitos tipificados en el Código Penal de la República?
Se trata de que he tomado como fuente lo que, según Alí J. Reyes Hernández, ha ocurrido en…
“Uverito”
El bosque artificial más grande del mundo que está en Venezuela…
(Viene de Oprobio Parte I) … Pero la falta de supervisión y la propia corrupción hicieron que esa inversión (232 millones de dólares, transferidos en el año 2013, destinados para el desarrollo del Plan Integral Nacional de Maderas del Orinoco 2013-2030 con el fin de que, para el 2030 tuviese cubierta una superficie de dos millones de hectáreas) se perdiera, al punto de que en el 2016, se desató el primer incendio de gran magnitud porque no pudo ser combatido con eficacia gracias a que no se había invertido en personal de bomberos, infraestructura (torres de vigilancia y cortafuegos) ni capacidad aérea para combatir incendios, lo que hizo que en una semana se consumieran 50 mil hectáreas.
Aunado a lo anterior, presuntamente, las deudas contraídas por el gobierno, hicieron que se abortara el cacareado plan de Maderas del Orinoco del 2013, y en consecuencia, en febrero del 2018 Uverito pasó a ser parte del pago de las deudas que el Estado tiene con sus acreedores, en este caso el gobierno de Turquía, y es cuando se crea MAVETUR Maderas de Venezuela y Turquía, empresa mixta donde, a pesar de que la empresa turca posee el 49 por ciento de las acciones, se ha comportado como lo hicieran en su momento los Welsares en tiempo de la Colonia. Esto se debe a que son conscientes de que la empresa mixta no fue aprobada por el Congreso, por eso solo se han dedicado a la depredación.
No han invertido en reforestación, al punto de que han dejado perder los viveros (durante 2018 -2019 no se plantó ni un solo árbol) pero si se han dedicado a la explotación del bosque para vender la madera, y de paso, de forma indiscriminada, es decir, sin darle tiempo a los árboles de llegar al tamaño comercial, y agravándose la falta de equipos contra incendios, lo que permitió que en el 2019 se desatara otro incendio, esta vez con el saldo de 200 mil hectáreas arrasadas.
En conclusión, desde que se creó Mavetur hasta el momento que esto se escribió (marzo del 2020) se habían devastado, solo por incendio, el 45 por ciento del bosque y de los 44 aserraderos que funcionaban, hoy solo quedaban cuatro activos.
Lograr salvar este patrimonio nacional, al igual que todo lo que tiene que ver con Venezuela, no será nada fácil pues muchos factores se interponen, no obstante, cada quien debe reflexionar, y utilizando la lógica y la razón, actuando con sensatez, hacer presión para que este desastre pare y todo cambie, y lo que es mejor, para levantar a un país devastado, tal cual el bosque de Uverito.
Fuente: https://tigrero-literario.blogspot.com/2020/03/a-salvarlo.html
No sé si el gran amor que tengo por VENEZUELA, mi amada y única patria, la cual tengo como legado de mis padres libertadores y de mis ancestros, lo que me hace sentir un profundo dolor que hace que a veces siento desvariar, y en mis lucubraciones creo que los cuatro jinetes del Apocalipsis me atropellan masificando los hechos que destruyen al país pero, situaciones contundentes me imponen la realidad y así cabalgo por el Hato El Frio, por la Sierra de Portuguesa, por los Parques Nacionales Terepaima y Dinira, por las nacientes de los Ríos Tocuyo, Yacambú, Portuguesa, Morador o El Turbio, de sus afluentes, por tan sólo citar algunos ejemplos, y en mi rostro explota la realidad…
“LA DEVASTACIÓN.”
Pareciera que nadie se pregunta:
¿Cuánto tiempo puedo vivir sin ingerir agua, pero más allá, cuánto tiempo puedo vivir sin respirar?
Se toma como fortuito al cambio climático, pero se palpa su acción, como ahora que, en el mes de agosto estamos soportando torrenciales aguaceros…
Una vez más, les invito a ver en YouTube:
Curemos la Tierra y/o Desastre Ecológico en la Sierra de Portuguesa.