Lázaro Aranguren– En una acción calificada en su oportunidad por la comunidad larense, gremios e instituciones como «arbitraria e ilegal» hace un año exactamente, La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), cerró la emisora Estudio 96.7 FM de Barquisimeto, estado Lara y entregó en forma ilegal y violatoria de las leyes, la concesión de la frecuencia a una radio comunitaria, dirigida por colectivos de acuerdo a lo señalado en un comunicado emitido por el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Venezuela (STP).
La medida dejó a 24 trabajadores sin empleo, así como “violentó el derecho a la estabilidad”, debido a que 96.7 FM para el momento de la decisión del régimen tenía y tienen los actuales momentos toda la documentación de la emisora en regla, con permisos impuestos nacionales y regionales al día. Se ignoró siempre -desde el año 2009 –las solicitudes ante Conatel de la renovación de la concesión para explotar el espectro radioeléctrico. Nunca se recibió respuesta del organismo”.
La salida al aire de la emisora, generó fuerte rechazo por parte de los periodista y comunicadores sociales. Aseguran que es una “decisión arbitraria del régimen” de Nicolás Maduro, atentando así contra el derecho a la información y libertad de prensa.
Estudio 96.7 perteneciente al grupo editorial El Informador C. A. fue una de las primeras estaciones en Frecuencia Modulada entregadas en Barquisimeto, abierta a todo público y a todas las tendencias políticas. Transcurrieron 20 años de labor informativa, musical, social. 20 años de buena radio, sembrados en el corazón de los barquisimetanos, del público de Lara, Yaracuy, Portuguesa.