Cardenales no sólo ha sorprendido a Caribes en Puerto La Cruz, sino que lo ha madrugado, incluso también ha demostrado que dispone de la suficiente ofensiva para asegurar los juegos, de los que ya lleva tres de cuatro que se realizan en el estadio Alfonso «Chico» Carrasquel.
El intermedista Ildemaro Vargas aclaró que el equipo oriental es muy fuerte y hasta es difícil ganarle en su casa, luego de largar dos jonrones el sábado 13 de noviembre. Pero el elenco crepuscular lo ha hecho en tres ocasiones, donde bateo, pitcheo y defensiva han jugado un papel importante después de esos favorables resultados.
El mánager Carlos Mendoza ha descansado a varios de sus titulares, incluido el antesalista Carlos Rivero, a quien no lo ha dejado en la banca porque está encendido. Un doble en el primer partido, un cuadrangular en el segundo, dicen lo bien que se encuentra. El piloto es formado en granjas de los Yanquis de Nueva York, donde los prospectos necesitan apoyo y confianza para poder sacar provecho de ellos. Es lo que hace Mendoza para brindar seguridad a los jóvenes y abrir un compuerta para que se sientan a sus anchas. Sabe lo que tiene y también lo que desarrolla con su filosofía de dirigir.
Rivero y Vargas dieron biangulares en el primer encuentro, el jardinero Pedro Castellano la sacó. También sonaron dobles el inicialista Alberto Callaspo, el receptor Alí Sánchez y el infielder Jermaine Palacios, quienes respondieron en el segundo. A Palacios lo utilizan en la antesala por Rivero, pero es un muchacho que dispone de buenas manos y tranquilamente puede desenvolverse tanto en el campocorto como en la segunda base, aunque la combinación Querecuto-Vargas es clave cuando el club busca avanzar al round robin, un todos contra todos que se observa bastante interesante por lo parejo de los equipos.
Los abridores del Cardenales han hecho el trabajo. Jackson Stephens y Néstor Molina cubrieron las expectativas en los juegos uno-dos al transitar 5.0 innings cada uno, para un total de 13 imparables y 6 carreras con apenas 5 ponches, nada malo cuando la mentalidad de los pilotos es que los lanzadores garanticen cuatro o cinco episodios.
Alejandro Requena en el tercero llegó a cuatro entradas, después de recibir cuatro indiscutibles y tres anotaciones, aunque por fortuna la ofensiva tapó su salida y en un capítulo produjo nueve carreras con dos vuelacercas solitarios de Vargas. El relevo ha sido efectivo porque hasta el jueves 11 de noviembre el cerrador Shane Greene tenía cuatro salvados y el zurdo Elvis Escobar el sábado 13 alcanzó su primer triunfo en la temporada.
Mike Álvarez, estratega de Caribes, está preocupado porque el conjunto campeón vigente no ha podido responder contra Cardenales en su feudo, más aún por registrar previamente cuatro derrotas en fila en el «Chico» Carrasquel. Baraja muchas opciones, incluida la de convencer a la gerencia deportiva de Cerveceros de Milwaukee para que el infielder capitalino Andruw Monasterio juegue en Venezuela con el club aborigen, un chico que llegó al elenco lupuloso vía Guardianes de Cleveland, un prospecto de 24 años que tiene buena defensiva y ofensiva oportuna. El penúltimo club de Andruw en Estados Unidos no lo quería ver jugar en la pelota invernal, ni en Dominicana, ni en Puerto Rico, ni aquí. ¡Malucos!
Foto: Alberto Callaspo no pierde las oportunidades