Familiares de Jesús Rafael Álvarez, un preso político que falleció bajo custodia del gobierno, han exigido la entrega de su cuerpo para poder darle sepultura. Álvarez, de 44 años, fue detenido el 2 de agosto durante las protestas poselectorales en el estado Bolívar y se encontraba recluido en el Complejo Penitenciario Carabobo, en Tocuyito.
El jueves 12 de diciembre, se reportó su fallecimiento, aunque las causas exactas de su muerte aún son desconocidas. Su cuerpo fue trasladado en la madrugada del 13 de diciembre al Departamento de Patología del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf) y posteriormente a la morgue del Hospital Universitario de Valencia. Su hijo, visiblemente afectado, exigió que le entregaran el cuerpo de su padre.
“Mi padre murió inocentemente, joven, un hombre de 44 años que todavía tenía aspiraciones para su familia. Todavía tenía tanto que darnos a nosotros. Vine con el fin de que me entregaran a mi padre en libertad, pero me entregan un cuerpo fallecido”, expresó el joven, quien ahora asume la responsabilidad de cuidar a sus hermanos menores tras la detención de sus padres.
La situación se agrava aún más, ya que la viuda de Álvarez, Anny Suárez, también se encuentra detenida en el Destacamento 625 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Puerto Ordaz. Efectivos de la DGCIM la arrestaron junto a su esposo sin orden de captura, bajo la acusación de terrorismo e instigación al odio, lo que ha llevado a la familia a solicitar la liberación de Suárez para evitar más tragedias.
La muerte de Jesús Rafael Álvarez marca un trágico precedente, ya que se suma a la de Jesús Martínez Medina, otro preso que falleció el 14 de noviembre por falta de atención médica mientras estaba bajo custodia.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones @oveprisiones: «Exigimos que se esclarezca la causa de su muerte y recordamos que el Estado venezolano es responsable de la vida e integridad de las personas bajo su custodia» señalaron en una publicación en X