En el transcurso de lo poco que va de mes de enero, ya han fallecido dos reclusos en el Estado Lara por condiciones de salud, y, subsecuentemente, por falta de atención médica adecuada, de acuerdo a un informe suministrado hoy por el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Aparte de ello, según ese mismo informe, otros tres reclusos han muerto en el mismo lapso en otras prisiones del país, por razones similares.
Los dos fallecimientos antes referidos tuvieron lugar en el Centro Penitenciario Fénix, en días consecutivos, es decir, el 6 y el 7 de este mismo mes.
Sandro José Carucí, de 46 años de edad, murió de tuberculosis, porque no recibió el tratamiento debido y, además, necesario.
Carucí estaba detenido desde el año 2.014, y sus familiares relataron que Sandro José era nativo de Siquisique, Municipio Urdaneta del Estado Lara, y que se enteraron de su muerte, acaecida el 6 d enero, al día siguiente, y eso por parte de algunos de sus compañeros de celda que lograron hacerles llegar el mensaje.
La información del OVP relata que los familiares del occiso debieron solicitar ayuda oficial para poder trasladar el cadáver hasta Siquisique, ya que no contaban con recursos para ello.
Franklin Alberto Pai Escobar, de 25 años de edad, había cumplido en Fénix cinco años de una sentencia a 10 años de presidio.
Su madre, la señora María Escobar, de acuerdo con el informe, relata que las comidas en el mencionado recinto penitenciario barquisimetano “son pésimas”, y que de alguna manera los reclusos comen mejor cuando sus familiares les llevan algún alimento, cuestión que no siempre les permiten.
-Allí –dijo- únicamente les dan agua de pasta y arepas sin relleno, e incluso hasta pasan varios días sin ingerir nada, y los maltratos de todo tipo son constantes.
Franklin Alberto murió el 7 de este mes de enero, pero, desde hace algunos meses, había presentado una infección en los riñones, razón por la cual ella introdujo varios escritos en tribunales en los que solicitaba atención médica para su hijo, pero la respuesta nunca llegó.
Finalmente, tras lograr hablar con los directivos del penal y suplicarles la debida atención para su hijo, fue cuando logró que lo trasladaran hasta el área de enfermería de la prisión, comenzando este el mes de enero.
Narró que, en condiciones deprimentes, su hijo fue finalmente llevado al Hospital Central ”Antonio María Pineda”, de Barquisimeto, en donde dejó de existir.
Reinaldo Gómez