Durante toda la mañana –y buena parte de la tarde– de este miércoles 15 de enero, la feligresía católica barquisimetana –y también la venida de otras latitudes del país– desbordó la Catedral Metropolitana de la capital larense, tanto en su parte interna como en su parte externa, para ratificar su culto a la imagen de la Divina Pastora.
Así, durante prácticamente toda la jornada –repetimos— de este segundo día de su presencia en Barquisimeto, se vio allí a centenares de hombres y mujeres de todas las edades, y también a numerosos niños que, obviamente, acudían al lugar con sus padres, o representantes.
Durante el día, se ofrecieron varias misas, a las que acudieron todos los asistentes para escuchar con atención las palabras de los religiosos a los cuales les correspondió dictar la eucaristía.
DESDE SAN CARLOS, ESTADO COJEDES
Jéssica González es una atractiva educadora que vino muy especialmente desde San Carlos, Esrado Cojedes, “porque ya llevo bastante tiempo como devota de la Divina Pastora”.
Dijo que le pidió a la Virgen por la paz y por la unión de la familia venezolana, “y para que ilumine a nuestros gobernantes, para que lo hagan bien, sobre todo en el trato a los educadores”.
Con ella, vino su hija, Anabella López, una también simpática y espigada chica, de apenas 13 años de edad.
Ante una pregunta, esta última explicó que le había pedido a la Virgen más que todo su intercesión por el bienestar de sus familiares y de todos los venezolanos.
–Y muy especialmente –indicó luego–, por la salud de un hermano mayor, que se halla seriamente afectado en su salud locomotriz”.
DOS BARQUISIMETANAS
Por su parte, Vanessa Figueroa y Disneidy Jiménez son dos jóvenes damas de Barquisimeto, que también rindieron su culto a la patrona de la feligresía católica larense.
–Le pedimos a la Virgen –apuntaron— que derrame sus bendiciones sobre todos los larenses, y, especialmente, le imploramos por que cesen los atropellos y por que venga la libertad para Venezuela.
Gráfica: Cortesía Jessica González
RG