Reinaldo Gómez.- “Este gobierno continúa empeñado en andar de improvisación en improvisación, con lo cual ningún problema soluciona, y ahora menos, cuando, a los bonos-dádivas, sigue agregando la figura de la holgazanería”.
La anterior expresión partió de Juan Pablo Pérez, economista y director-tesorero de la Cámara de Comercio del Estado Lara, cuando fue interrogado en torno a la decisión de Nicolás Maduro, de decretar como “no laborables” los días de hoy lunes 15, mañana martes 16 y el miércoles 17 de este mes de abril.
–Definitivamente –puntualizó–, este gobierno no tiene ningún sentido de lo que es planificar, por lo cual el brutal deterioro de la economía venezolana ha sido el signo del último lustro.
Sin sorpresa
Manifestó Pérez que “la verdad es que a nosotros no nos sorprendió este decreto, por dos razones”.
-En primer lugar, porque ya lo ha hecho con anterioridad, y en todas bajo el alegato de que lo que se busca es el ahorro de la energía eléctrica, como ahora, y, en segundo lugar, porque ese argumento pareciera ser valedero ante el hecho público y notorio de que el gobierno no ha podido controlar el caos eléctrico que él mismo ha generado, y que ahora trata de aliviarlo con los supuestos cortes eléctricos racionados, que no son tales sino simples apagones.
Inoperatividad
–Pero también tenemos planteada otra situación conexa, como lo es el hecho de que la gran mayoría de las empresas aún existentes en el país se halla laborando apenas en un 20 por ciento de su capacidad operativa.
–Así, hay que preguntarse: ¿Qué empresa de proceso continuo y complejo se va a atrever a encender y a poner en marcha su maquinaria, con el riesgo de cualquier daño como consecuencia de esos apagones? Porque, además, resulta que, si las enciende, corre el peligro que su maquinaria se dañe ante cualquier apagón inesperado, con las subsecuentes pérdidas por tal motivo, y, si no la enciende, entonces deja de producir, lo que también le acarrea a esa empresa pérdidas que pueden ser cuantiosas.
–Entonces, para colmo, ahora nos viene este decreto de días no laborables remunerados, lo que hace que caigamos en una disminución del 80 por ciento en productividad en el país. Total, que serán incalculables las pérdidas para el sector industrial y comercial que ello va a acarrear en el poco sector productivo que todavía queda en el país.
Recordó luego Pérez que muchos empresarios y patronos han estado cancelando por cuenta propia a sus empleados algunos bonos de mejoramiento económico, tales como de transporte, bolsa de comida, de puntualidad, etc.
–Entonces, pudiera darse algo que está previsto en la ley, como lo es el que la totalidad de los trabajadores de una empresa se pongan de acuerdo con ese mismo patrono para acudir voluntariamente a trabajar, porque ellos están conscientes de que, si no trabajan, no van a percibir ninguno de esos bonos. Es decir, van a dejar de ganar.